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El trapecio donde estaría el Galeón San José

El Gobierno asegura que encontró el galeón en un lugar que no había sido rastreado, pero hay versiones contradictorias. SSA demandaría otra vez.

Nelson Fredy Padilla
10 de diciembre de 2015 - 04:50 a. m.

Quienes conocen a fondo el caso del galeón San José le dan credibilidad a libros como The Sinking of the San Jose on June 8 1708: An Exercise in Historial Detective Work (“El hundimiento del San José el 8 de junio de 1708: un ejercicio histórico-detectivesco”). Allí, basados en los cuadernos de bitácora de los buques de línea ingleses Expedition, Porland y Kingston y del brulote Vulture, que participaron en la batalla en la que fue hundido el galeón, la profesora Carla Rahn Phillips de la Universidad de Minnesota y sus colaboradores del Naval War College de Newport, dibujaron un trapecio al noroeste de Isla Rosario, islote principal del archipiélago, dentro de cuyas coordenadas debe estar el naufragio.

La localización del hundimiento es una historia de versiones encontradas desde que la empresa norteamericana Glocca Morra denunció en 1982 ante la Dirección Marítima de la Armada Nacional haber ubicado la nave. 
 
En 1993 la Comisión Asesora de Especies Náufragas le recomendó al gobierno de César Gaviria contratar la búsqueda y rescate. Tres compañías internacionales fueron convocadas y escogida la Columbus America Discovery & Group Inc., representada entonces por el empresario Fabio Echeverri Correa (hoy expresidente de la Asociación Nacional de Industriales) quien le ha dicho a El Espectador que siempre le apasionó el tema. También fue asesor de la petrolera Northwest Energy, cuyopresidente ofreció patrocinar el rescate del galeón y abrir un museo en Cartagena.
 
El fundador de la Columbus es Thomas Thomson, el legendario hombre que descubrió el mayor tesoro en la historia de los naufragios, el del Central America, un vapor al que hundió un huracán en 1857 en aguas cercanas al estado norteamericano de Carolina del Sur, con cuatro toneladas de oro en monedas y barras a bordo. Este hombre fue capturado en enero de 2015 en Palm Beach después de dos años de búsqueda por parte de la policía federal de EE. UU. bajo cargos de fraude. 
 
En 1994 Thompson inspeccionó durante 9 días las cercanías de las Islas del Rosario, valiéndose como plataforma de operaciones del buque oceanográfico de la Armada ARC Malpelo, el mismo desde el que ahora, con tecnología de última generación, se habría descubierto al San José. Al regreso declaró que no encontró el galeón en las coordenadas denunciadas por Glocca. Por eso cobró US$817.203.30. Dos semanas después se supo que la exploración submarina “no encontró ningún blanco de sonar”, “ni reveló evidencia que corrobore la hipótesis” de que el San José está hundido a 12 millas de las islas, en un área de 1X1,5 millas náuticas. 
 
A El Espectador, Thompson le dijo entonces que su conclusión no tenía “margen de error científico”. Con tal información se descartaba la teoría Glocca apoyada en un video en el que supuestamente se veían restos del galeón y un pedazo de madera que, tras prueba de carbono 14, resultó ser del siglo XX. Con base en tales estudios, el Gobierno rechazó las pretensiones de Glocca para ejercer como descubridora.
 
Esta empresa se transformó en Sea Search Armada y continuó su batalla legal contra el Estado hasta que en julio de 2007 la Corte Suprema de Justicia decidió que todo lo que se considere patrimonio cultural es propiedad de los colombianos, pero aquello valorado como tesoro debe ser repartido en mitades entre el Estado y la firma norteamericana, si la localización corresponde a la que calculó en los años 80.
 
 En 2001 el científico Mike Costin, a partir de su trabajo en el submarino Piccard, dijo en Cartagena que hay restos de un galeón en el área pero advirtió que pueden ser de otra embacación. Una teoría más sostiene que nadie había establecido el lugar exacto. A mediados de los 80  empresas internacionales exhibieron mapas, curvas de rastreo oceánico, supuestas imágenes de su estructura y hasta aseguraron que se había convertido en un banco coralino recostado sobre un canto de la plataforma continental.  
 
En 2003 Villegas Editores publicó  El galeón perdido, ¿Dónde está el San José?, escrito por el exministro Jorge Bendeck, en el que se concluye que el naufragio no ha sido ubicado y recomienda basarse en los mapas ingleses, para él los más cercanos a la realidad.
 
En junio de 2008, durante un debate sobre el San José convocado en el Senado a raíz de las publicaciones de El Espectador, la ministra de Cultura, Paula Moreno aseguró que la zona donde se presumía hundida la embarcación estaba “georreferenciada”. 
 
Ahora, en 2015, la Presidencia de la República informó del lugar del “nuevo” hallazgo el pasado sábado 5 de diciembre con una generalidad: “En inmediaciones de las costas del Caribe colombiano”. Pero reveló: primero, que “la información de sonar evaluada por equipos de científicos nacionales y extranjeros” registraron “cerca de cien millas cuadradas, lo cual le da a Colombia un conocimiento claro y específico de esta zona en torno al patrimonio cultural sumergido” y que “por las especificaciones de los cañones de bronce, que están en buen estado, no existe ninguna duda de que se trata del San José”.
 
Segundo, que así “muchos historiadores y cazatesoros lo ubicaron en diversas coordenadas”, “se halló en un lugar nunca antes referenciado por estudios previos, a partir de estudios cartográficos, metereológicos e históricos antes desconocidos en Colombia”.
 
Sin embargo, fuentes de Sea Search Armada, propiedad del estadounidense Jack Harbeston, insisten en que SSA es la primera descubridora. Que lo habría demostrado desde el gobierno de Belisario Betancur y cuando se disponía a intervenir con su tecnología submarina ese  gobierno y los de Virgilio Barco, César  Gaviria, Ernesto Samper, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos  la bloquearon. Por eso demandó a la Nación colombiana ante la Corte Suprema y ante la justicia de los Estados Unidos, país donde había desistido de causas legales si el gobierno Santos decidía negociar. Ahora su abogado en Colombia, Danilo Devis, anuncia que si comprueban que se contrató a otra firma internacional -mediante una asociación público privada, como ya admitió el gobierno- eso dará para otro proceso aquí y en EE. UU. El pleito y la leyenda de misterio crecen.
 
SSA ofrece renunciar al tesoro si el lugar es otro
 
El Espectador conoció la carta que hoy le entregará la firma norteamericana Sea Search Armada al presidente Juan Manuel Santos en la que le pide demostrar que encontró el galeón San José en un área distinta a la que ellos denunciaron en 1982, reconocida por la Armada Nacional con resolución Dimar 0354, y por lo cual la Corte Suprema de Justicia les dio derechos sobre la mitad del tesoro. SSA dice que sus expertos irían a las inmediaciones de Islas del Rosario, para verificar: “1) si se trata de ese galeón; y 2) si el naufragio se encuentra fuera de las áreas marítimas señaladas como lugar de su ubicación en el denuncio del descubrimiento”. Si el hallazgo está fuera de los límites aledaños “SSA se compromete a renunciar a la propiedad que como su descubridor le otorgó la Corte... y desistirá del embargo y secuestro decretado sobre los objetos que se extraigan o rescaten”. Pero si la localización ratifica su versión, le piden “proceder al rescate” con ellos. Firma Danilo Devis Pereira, apoderado general de SSA, y envía copia a la ministra de Cultura, Mariana Garcés.
 

Por Nelson Fredy Padilla

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