Con la frase “invertir en el Chocó es como ponerle perfume a un bollo”, el diputado antioqueño del Partido Liberal Rodrigo Mesa cuestionó la línea 7 del Plan de Desarrollo del gobernador Sergio Fajardo, que pretende invertir recursos en municipios de otros departamentos. “No estoy de acuerdo con que de los recursos del departamento se invierta nada por fuera (...) el Chocó no ha sido capaz de controlarlo la Nación con todas las contralorías, ahora para meterle la plata de Antioquia”, dijo Mesa en una sesión de la Asamblea.
Además de la educación del diputado Mesa, sus palabras revelan un trasfondo histórico, cultural y político. Persiste un imaginario negativo sobre los chocoanos en un sector de los antioqueños. Mesa no es el único que piensa así. Y los chocoanos, por razones históricas, han tenido una prevención hacia los ‘paisas’. La disputa por Belén de Bajirá es el motivo más reciente. Una memoria de Chocó como ‘colonia’ de Antioquia, con visos raciales, sigue pesando en los ánimos.
Así que cuando los gobernadores Sergio Fajardo y Luis Gilberto Murillo hablan de “tú a tú” de alianzas, hay un choque con viejas mentalidades. Rodrigo Mesa es un portavoz espontáneo. Su argumento —que Antioquia invertirá en Chocó— expresa la resistencia o incomprensión de la clase política tradicional acerca de los nuevos instrumentos del desarrollo regional, establecidos por la Ley de Ordenamiento Territorial (1454 de 2011).
En realidad, se está estructurando un Contrato Plan que, en principio, cobijará a 11 municipios de Antioquia, 7 de Chocó y 4 de Córdoba, bajo el nombre de ‘Atrato Gran Darién’. Los departamentos invertirán en sus municipios y la Nación pondrá más recursos, un gran atractivo de los Contratos Plan (más los altos estándares de ejecución ‘obligados’). Habrá economías de escala en superación de la pobreza extrema, conectividad vial y desarrollo productivo. A este progreso práctico fue que reaccionó el diputado.
Es un cambio que no entiende la vieja mentalidad que ve las “fronteras territoriales como muros, cuando se comparten problemas y potencialidades en desarrollo social, económico o ambiental entre departamentos” (Carlos Córdoba, DNP). Pero el agravio puede servir para revisar públicamente los intereses estratégicos que unen a Antioquia y Chocó: la carretera Quibdó-Medellín, el puerto de aguas profundas en Tribugá para la salida de los productos de Antioquia al mercado del Pacífico y la alianza universitaria de investigación e innovación para el aprovechamiento de la biodiversidad, por ejemplo.
No hay que quedarse en la justificada indignación y en las excusas. Sin Chocó, no tendría sentido la macrorregión económica Chocó-Eje Cafetero-Antioquia, como lo entienden más en el Eje Cafetero que en Antioquia. La macrorregión ambiental del Chocó biogeográfico también merece una discusión del más alto nivel, a la que de castigo deberían llevar al diputado.
Es el momento de acelerar el cambio de la realidad y del imaginario, ahora que el Chocó y Quibdó tienen gobernantes de voto popular presentables, con capacidad de defender, sin complejos, los intereses de su territorio y población en un país cada vez más integrado al mundo. Difícilmente el tema de Antioquia y Chocó volverá a ser doble tendencia en twitter, pero que del repudio salga algo programático: la decisión de cumplir una visión para 2032, que además de bienestar traiga un desarrollo cultural que deje en el pasado tales prejuicios.
Mesa, persona no grata en el Chocó
Las ofensivas declaraciones del diputado antioqueño Rodrigo Mesa generaron indignación en su mismo departamento, en el Chocó y en su partido (el Liberal), cuyo presidente, el representante Simón Gaviria, anunció la apertura de un proceso disciplinario. “No vamos a permitir ese tipo de comportamientos (...) el diputado debe pedir excusas formales pues no se puede insultar a un departamento que durante tantos años ha sido abiertamente liberal”, dijo Gaviria.
El gobernador del Chocó, Luis Gilberto Murillo, anunció que estudiará la posibilidad de una demanda contra Mesa y pedirá que sea declarado “persona no grata en el departamento”, señalando que las excusas ofrecidas por el diputado no son suficientes.
* Directivo de la Fundación Color de Colombia