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“El único imputado es el lanchero”: padres de estudiante fallecida en excursión

Los papás de la estudiante del English School dicen que hasta ahora ni el colegio ni la empresa Bluefields han asumido su responsabilidad. “Séptimo Día” presentará un reportaje especial sobre el caso.

Redacción Vivir
20 de agosto de 2015 - 03:28 a. m.

El viaje al Amazonas que prometía convertirse en una aventura inolvidable para María Camila Velandia, estudiante del colegio English School, se transformó en unos segundos en una trampa mortal para ella y en una pesadilla para sus padres, Carlos Velandia y Mónica Prieto.

Y diez meses después del accidente en el que María Camila perdió la vida, la justicia sólo ha señalado a un posible responsable: el lanchero. Séptimo Día prepara un reportaje especial sobre este caso, que conmocionó al país.

El próximo 13 de septiembre, a través de Caracol Televisión, se revelarán detalles de la batalla que emprendieron los padres y amigos de María Camila para tratar de que la justicia colombiana se pronuncie sobre lo que para ellos es un claro caso de negligencia por parte de las directivas del colegio y los dueños de la empresa que organizó el paseo (Bluefields), así como la compañía transportadora Transamazónicos.

¿Por qué han decidido volver a hablar sobre el tema públicamente?

Mónica Prieto: La razón por la que queremos hablar es que después de todo este tiempo sólo han imputado al lanchero y lo que ocurre es que aquí hay una responsabilidad, primero que todo, del colegio; segundo, de Bluefields, y también de Transamazónicos, la compañía que transportaba. Por supuesto, también del lanchero.

¿Cómo ha sido el diálogo con las directivas del colegio?

Carlos Velandia: Después de que ocurrió el accidente, el colegio hizo una reunión con padres de familia y no estuvimos invitados. Fue sólo con padres de estudiantes heridos. Desde el principio el colegio quiso blindarse a nivel jurídico, más para protegerse que para colaborarnos. Desde el primer momento no sentimos ningún apoyo ni ningún sentimiento de aceptación.

¿Con quién interactúan en el colegio?

Mónica: La persona que a mí me dio la noticia fue Sarah Osborne, la rectora en ese momento. Recibimos visita de ella y de Luis Eduardo Rivas, el rector colombiano. Finalmente la junta directiva delega a un señor Guillermo Solano, que es el interlocutor con nosotros. La última vez que hablamos fue en noviembre del año pasado.

¿La rectora ya no está en el colegio?

Se retiró y se fue a Camboya.

¿Tuvo algo que ver el accidente?

A mi juicio, sí. Era un problema tan grande que prefirió irse. Pero si le preguntan a ella, dirá que tuvo una mejor oportunidad.

¿Qué ha ocurrido con el proceso judicial?

Como María Camila era menor de edad, es la Fiscalía la que inició la investigación. Estamos esperando que haga su papel. Y que haya justicia en su muerte. El problema aquí es que han tratado de minimizar el accidente. Pero este es un accidente que se podía haber evitado si hubieran hecho lo mínimo que uno espera de una institución educativa y unos supuestos expertos como Bluefields. La ley prohibía salir a esa hora y a pesar de las advertencias, se la juegan, se van al río, y ocurre el accidente por falta de visibilidad. Esos niños le vieron la cara a la muerte. En ese accidente pudieron morir muchos más y tienen el cinismo de decir que es un simple accidente. Si ocurre a las 3 de la tarde y no a las 3 de la mañana, probablemente la hubieran avistado y recogido. No fue así. Ahora vienen y nos dicen que fue un accidente y que el lanchero tiene la culpa.

¿Cuál es el argumento de la empresa Bluefields para no asumir la responsabilidad?

Carlos: No hay argumento. No dan la cara. No hay comunicaciones. Y han tratado de acercar el accidente a la hora permitida para transportar personas.

¿Qué es justicia para ustedes en este caso?

Mónica: Que respondan todos los responsables. ¿Quienes son? El colegio en primer lugar, porque nosotros le entregamos nuestra hija. Si aparecieron otras personas en el panorama, eso es circunstancial, aunque también tienen responsabilidad, desde Bluefields hasta el lanchero. Queremos que los juzguen, los condenen.

Carlos: Nada sacamos con que se hagan normas y no se cumplan. Hay una norma y una directiva ministerial que no cumplieron el colegio ni Bluefields.

¿Qué les traería paz?

Mónica: Paz y sosiego no podremos tener. La justicia es injusticia. Siendo justos, María Camila no debió morir de esa manera. No debieron exponerla a ese peligro. Una niña de ciudad, supercuidada en su casa, muerta en un río del Amazonas, sola, abandonada, ahogada. No importa lo que pase, justicia no hay. Desde el punto de vista de lo legal y lo penal sí esperamos que el lanchero, Transamazónicos, Blufields y el colegio tengan que presentarse ante un juez y tengan una condena. Eso espero como mamá. Y para que la muerte de mi hija tenga sentido, que esto trascienda de manera ejemplar para que todos los colegios, esas empresas, entiendan la responsabilidad que asumen cuando viajan con nuestros hijos. Carlos: Queremos que se cumplan las leyes, porque la normatividad de salidas pedagógicas existe. Si no las cumplen, ¿para qué sirve que salgan todas las leyes del mundo?

 

Por Redacción Vivir

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