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La Alcaldía de Medellín estudia minuciosamente la normatividad con el fin de establecer si es posible aplicar la extinción de dominio a los bienes donde se promueva la explotación sexual de menores o si se requiere una reforma para ello. “Es una propuesta que estamos analizando con el grupo de abogados de la Alcaldía y con fiscales que están trabajando el tema para ver si la legislación lo permite, y si no, proponerle al Gobierno Nacional que haga alguna modificación o lidere un proyecto de ley para tal fin”, explicó a El Espectador el vicealcalde de Gobernabilidad y Seguridad, Luis Fernando Suárez.
La idea es enfrentar el problema con la misma contundencia que hoy se aplica a las “ollas” de vicio, pues la explotación sexual de niños, niñas y adolecentes es un delito que va en aumento en el país. Este fin de semana se realizó en la capital antioqueña un operativo en el que participaron 150 hombres de la Policía, la Fiscalía y la administración municipal: en siete hoteles y dos bares que fueron sellados se encontraron 14 adolescentes y una niña menor de 12 años, quienes fueron puestos bajo la tutela del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para el restablecimiento de sus derechos. La acción de las autoridades se logró luego de varios meses de seguimiento a través de cámaras y labores de inteligencia en los alrededores del Museo de Antioquia, en el centro de la ciudad.
Con respecto a los establecimientos donde se cometía el delito, el alcalde Aníbal Gaviria aseguró que “nuestra intención es cerrarlos definitivamente y que de allí se mande un mensaje contundente a otros que pueden estar avanzando en este tipo de actuaciones ilegales. Los estamos atacando cada vez con mayor fuerza en Medellín”.
Mientras se tiene claridad sobre la posibilidad de aplicar la extinción de dominio, se determinó el sellamiento y cierre de los locales, pues según las autoridades hay que erradicar el mal de raíz, y una forma de hacerlo es atacar los lugares donde los delincuentes cometen estos ilícitos. “Consideramos que ante la gravedad de un delito como la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolecentes, sin duda tenemos que ser más contundentes, y uno de los aspectos fundamentales es el sitio donde se presenta”, aseguró Suárez.
Las autoridades también iniciarán acercamientos con los taxistas de la ciudad para que ayuden a identificar a los conductores que hacen parte de estas redes y de este modo combatir por diferentes frentes este delito, del cual se registraron 274 casos en 2012 y 170 en 2013, gracias a las denuncias ciudadanas.