Bajo la lupa quedó la Fundación Acción Social Integral desde que la Controlaría divulgara imágenes en las que se observaba que un plato con mango y huevo era la porción alimentaria de los estudiantes del Colegio Sagrado Corazón de Jesús, en Aguachica (Cesar), a cargo de esta organización.
Después de las polémicas imágenes y el anuncio de investigaciones penales y disciplinarias por irregularidades en varios programas de alimentación, la fundación renunció al contrato con el que estaba obligado.
En una carta enviada al gerente de la Contraloría de Cesar, Juan Jaime Celedón, Alejandra David Deluquez, representante legal de la Fundación, asegura que se renuncia al contrato firmado en enero por un valor de 17.267 millones. Y argumenta que la decisión se debe a varias situaciones que impiden cumplir con la ejecución del programa de alimentación.
“Graves falencias en la infraestructura y dotación de las instituciones educativas, el desequilibrio generado en la información por parte de los medios de comunicación y el grave incumplimiento de las obligaciones del pago de las prestaciones”, algunos de los argumentos.
“Quiero resaltar el hecho de que la decisión de no continuar con la ejecución del programa es voluntaria y discrecional de la Fundación y no obedece a solicitud o querer del departamento del Cesar, sino a un claro derecho de autoprotección frente a situaciones inminentes de riesgo y de incumplimiento que a la poste traerán consecuencias negativas para un cabal ejecución y cumplimiento del programa”, concluye el documento.