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La Guajira espera a Santos

Más de 1.500 personas protestaron ayer. La primera jornada dejó once personas heridas.

Óscar Güesguán Serpa
12 de agosto de 2014 - 03:58 a. m.
Habitantes de La Guajira bloquearon algunas vías del departamento como forma de protesta. / Climaco Rojas
Habitantes de La Guajira bloquearon algunas vías del departamento como forma de protesta. / Climaco Rojas

Apenas 72 horas después de haber iniciado su segundo mandato, el presidente Juan Manuel Santos ya afronta el primer paro cívico indefinido que inició ayer y, por ahora, no tiene una solución inmediata pues los manifestantes de La Guajira insisten en que el primer mandatario haga presencia en una mesa única de diálogo con la que esperan negociar un pliego de peticiones de cinco puntos, uno de ellos exige al Estado y a las multinacionales que reparen el daño ambiental y económico generado por la extracción de minerales en su territorio.

A esto se une el clamor por una mejor calidad de vida de las comunidades guajiras que no tienen acceso las 24 horas del día a servicios públicos como agua potable, energía y gas.

En las escasas declaraciones del Gobierno Central a los medios de comunicación, el entrante ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, aceptó ayer a RCN La Radio que “la crisis que vive La Guajira se explica por un acumulado histórico de abandono, atraso y falta de gobernabilidad” y que aún cuando se están buscando soluciones “el Gobierno debe respetar la autonomía regional”. Sin embargo, no se refirió a la presencia de Santos en la mesa de diálogo propuesta por los líderes del paro.

Por su parte el nuevo ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, expresó que el Gobierno respeta el derecho a la protesta de las comunidades y añadió que el Ejecutivo ha mostrado disposición para conjurar la crisis que vive el departamento por la sequía, la falta de agua potable y la escasez de alimentos. (Entrevista con Iragorri)

Dentro de este ambiente, La Guajira vivió ayer un día agitado debido a la primera jornada de paro indefinido. Según cifras de las autoridades, cuatro personas resultaron heridas durante las manifestaciones, entre ellos un agente del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), y once más fueron detenidas en medio de manifestaciones que bloqueaban las vías de acceso al departamento.

El primer acto de desorden público que se registró en esa zona del país fue la incineración de un bus de la Universidad de La Guajira, donado por la multinacional El Cerrejón al centro educativo.

“Un bus de esta universidad que estaba fuera de servicio fue quemado por los vándalos de la Universidad de La Guajira ”, dijo el comandante de la Policía de La Guajira, Coronel Alejandro Calderón Celis.

El presidente del Cómite Cívico de Dignidad por La Guajira, Felipe Rodríguez, al referirse sobre esos hechos manifestó que “ese bus que incineraron los estudiantes era una chatarra que El Cerrejón donó a la universidad. La gran donación del Cerrejón a ese centro educativo fueron tres buses viejos. Los estudiantes en forma de protesta lo quemaron”.

El bloqueo de las vías en gran parte del departamento significó un dolor de cabeza para las autoridades. En 19 puntos de La Guajira— entre ellos Riohacha, Fonseca, Barranca, Hato Nuevo, Albania, Uribia, Maicao, Manaure y Villanueva— se reunieron habitantes del departamento en donde más de 1.500 personas se sumaron a este cese de actividades.

“Nosotros los que estamos haciendo es que las vías queden libres porque se están transportando vehículos con ayuda humanitaria para los pueblos indígenas de la alta Guajira”, aclaró el coronel Calderón.

Aún cuando los manifestantes advirtieron que seguirán impidiendo el paso de vehículos por las carreteras, aclararon que, de tratarse de productos para los damnificados por la sequía, permitirían el tránsito de los camiones.

Sin embargo, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres informó que el cierre de las vías— con el que los manifestantes esperaban presionar al Gobierno para que accediera a las demandas que beneficiarán a la comunidad— terminó por afectar a los guajiros víctimas de la sequía quienes no pudieron recibir cerca de 600 mil litros de agua y 4 mil mercados.

La Defensoría del Pueblo emitió un comunicado en el que expresó su preocupación debido a que los centros hospitalarios de Riohacha, Barrancas, Distracción y Albania se unieron al cese de actividades y en este momento solamente atienden urgencias.

Al cierre de esta edición el gobernador del departamento, José Miguel Ballesteros, se encontraba reunido en sala de crisis, buscando soluciones para poner fin a la actual situación. 

oguesguan@elespectador.com

@oscarguesguan

Por Óscar Güesguán Serpa

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