La muerte se atravesó en el camino de los hermanos Jesús Hernando y Álvaro Javier Sanguino Ascanio cuando transitaban en una camioneta por la vía que une los municipios de Ocaña y Ábrego, provenientes de Aguachica en el sur del Cesar.
Hacia las 05:30 de la tarde del jueves los Sanguino fueron interceptados en el punto conocido como la Ermita, según el reporte de las autoridades, por ocho personas que se movilizaban en cuatro motocicletas, quienes inicialmente obligaron a detener el automotor para proceder a causarles heridas a sus cuerpos causándoles la muerte.
No obstante, ambos fueron trasladados al hospital Emiro Quintero Cañizares, según pudo establecer la Policía, por una tercera persona que también los acompañaba y que salió ilesa del atentado.
Las rápidas pesquisas dejaron como hipótesis inicial que la intensión de los pistoleros era robarles a los Sanguino la suma de 16 millones de pesos, producto de contrabando de ACPM.
De esta suma solo se habrían llevado 5 millones y los equipos celulares de alta gama. Una vez en el hospital regional, el parte médico determinó que Jesús Hernando Sanguino había ingresado sin signos vitales declarándose su muerte, mientras que su hermano entró a urgencias con muerte cerebral y falleció un par de horas después.
Pero el capítulo aterrador de la historia escrita con sangre para la familia abreguense no paró ahí. La señora Blanca Oliva, abuela de Fernando y Álvaro, no soportó la trágica noticia sufriendo un ataque del corazón que llevó a la muerte a la adulta mayor. Entre tanto, las autoridades siguen investigando las circunstancias que rodean este doble crimen que vuelva a prender las alarmas en la comunidad de esta región nortesantanderana.