Hay controversia en Barranquilla por cuenta de un arancel contemplado en el Estatuto Tributario de la ciudad que obliga a la iglesia a pagar un impuesto para realizar procesiones durante la Semana Santa.
De acuerdo con la alcaldesa de Barranquilla, Elsa Noguera, se trata de un decreto firmado en 2005 que indica que se debe realizar un cobro sobre los espectáculos que cuenten con una asistencia superior a las 600 personas. Según lo manifestado por las autoridades, se deben pagar $180.000 por concepto de seguros y $80.000 para ser destinados a la Defensa Civil.
De esta manera, las cinco procesiones que realizará cada Iglesia Católica en Barranquilla tendrán un costo aproximado de $600.000 por Semana Santa. Así lo manifestó Fray Gustavo Ortiz, párroco de la iglesia de San Francisco de Barranquilla. (Vea: En Barranquilla cobran impuestos a Iglesia por procesiones)
“Se debe pagar un cobro cercano a los $600.000. ¿Qué cubre esos impuestos? un seguro por si alguna persona se llega a morir en una peregrinación; por cada una de las procesiones $80.000 a la Defensa Civil y por los días que van a estar con nosotros otros $80.000”, expresó el párroco a Caracol Noticias.
Por su parte, la alcaldesa de la ciudad indicó que el impuesto garantiza la movilidad y seguridad de los feligreses durante las procesiones: “Existe un decreto desde el año 2005 que dice que cuando hay eventos públicos donde concurren más de 600 personas hay que cobrar un impuesto por espectáculo público que vale $63.000”, señaló Elsa Noguera.
Ante las declaraciones de la alcaldesa de Barranquilla, el párroco de la iglesia de San Francisco cuestionó la fe de la funcionaria: “yo creo que la alcaldesa debe reflexionar sobre su experiencia de fe como católica”, indicó el párroco Ortiz, a lo que Noguera replicó: “yo soy lo más creyente, siempre mis proyectos se los encomiendo a Dios, pero en esta oportunidad hablamos de una actividad como cualquier otra”, precisó la alcaldesa.
Entretanto, los feligreses rechazaron el impuesto que se debe hacer ante la Secretaría de Movilidad: “me parece algo ilógico e irreverente porque se trata de la Semana Mayor, se trata de nuestro Dios, de algo que no es una mercancía”, señaló Gina Mejía, feligresa de Barranquilla.