La indeleble lista de secuestros en Ocaña, Norte de Santander

Archivo El Espectador

Las alarmas por un fenómeno que azota a Ocaña, en Norte de Santander, siempre han estado encendidas y según lo demuestran los casos registrados en los últimos tres años, no tienden a apagarse. El secuestro: amenaza que nunca se ha alejado y que por tiempos se arrecia con el accionar de quienes ven en la conservación de la vida un negocio.

En Ocaña y municipios de su influencia regional, desde el año 2013 se ha registrado al menos quince secuestros de personas que pasaron a la indeleble lista de víctimas. Los responsables en la mayoría de los casos fueron organizaciones delincuenciales. En tres casos recientes, la responsabilidad fue para la guerrilla del ELN.

La lista de secuestrados está conforma desde el 23 de febrero de 2013 por Alfonso Galviz quien fue interceptado en su finca ubicada en el municipio de Gonzales, Cesar -fronterizo con Norte de Santander- por hombres armados que se movilizaban en una camioneta. El comerciante, oriundo de Ocaña, fue llevado con rumbo desconocido. Sin embargo, en una maniobra aventurera se arrojó del vehículo en que era transportado logrando huir de sus captores. Dos de estos fueron capturados en la operación de búsqueda que se había iniciado. Los responsables fueron delincuentes comunes.

El nombre del administrador de una finca del corregimiento de la Ermita de Ocaña también queda registrado en la lista. Aleixer Pérez Pérez quien fue retenido en la plaza de mercado cuando hacía compras también en febrero de 2013. Sus restos fueron hallados en una montaña del corregimiento de Agua de la Virgen un año después, a pesar que se hizo un pago de dinero por su liberación. –"Una pesadilla muy verraca para uno como papá", dijo su padre-. Este plagio se atribuyó a una banda organizada.

Otro renglón del inhumano inventario lo pasó a ocupar el 8 de mayo de 2014 el empresario de velas Darío Riaño quien demoró solo una hora en poder de los secuestradores, también delincuentes comunes. Ante la oportuna reacción de la Policía Nacional, Riaño fue rescatado en la vereda Venadillo, zona rural de Ocaña, donde fueron capturados dos hombres señalados como responsables. "Iba saliendo de mi casa cuando vi pasar unos señores en un carro, se bajaron me encañonaron y me dijeron que era un secuestro", recuerda la víctima.

De esta lista hacen parte, William Gandur “Jr”, plagiado el 13 de julio de 2014 en la carretera que lleva de Ocaña al municipio de Ábrego en inmediaciones del batallón Santander. El 20 de julio, una acción del Gaula del Ejército logró el rescate del joven quien estaba en poder de delincuentes comunes. "Un momento muy difícil" describió el liberado, justo cuando se reencontró con sus allegados. Esta no era la primera vez que la familia Gandur era víctima del secuestro. En el 2001 su padre, el medico William Gandur, fue secuestrado por el ELN.

El listado lo engrosan casos como el registrado en el sector de La Madera, comprensión rural Ocaña, donde fue secuestrado y retenido por varios días el comerciante, Oscar Carrascal. De este, se desconocen exigencias y responsables debido al hermetismo de los familiares. En zona rural de Convención, provincia de Ocaña, fue rescatado por el Ejército colombiano el conductor transportador de tomates, Jesús Cristancho, secuestrado durante dos meses. Los responsables, según las autoridades, fueron delincuentes comunes. El adolescente Jorge Andrés Rincón Pallarez fue secuestrado en el corregimiento Guamalito de El Carmen y fue liberado una semana después por delincuentes comunes, según familiares del plagiado. Además, el conductor de una camioneta de línea que cubre rutas en la región del Catatumbo, Ciro Alfonso Pérez secuestrado en el corregimiento Aspasica de la Playa de Belén, siendo liberado días después por un grupo armado ilegal que las autoridades ni la propia víctima identificaron.

Del listado hay quienes están resaltados por su triste y trágico final. Este se dio con el propietario de una ladrillera en el barrio Brisas del Polaco; Ramón Sánchez Vega de 65 años, secuestrado el 23 de agosto de 2012, cuyos restos fueron hallados en una finca del municipio de Ábrego. La misma organización delincuencial que secuestró a Sánchez Vega fue la responsable del trágico desenlace que se empezó a escribir en octubre del año 2012 cuando fue secuestrado en su finca del corregimiento Pueblo Nuevo de Ocaña el comerciante Diosemel Solano López de 65 años. Luego de varios meses se determinó que había muerto en cautiverio convirtiéndose en una víctima más de la nefasta lista. Sus familiares pagaron por su rescate pero solo recibieron dos años después sus restos ubicados en una fosa común. Durante las investigaciones, ocho delincuentes comunes fueron capturados señalados como responsables estos plagios desarticulándose la peligrosa banda.

De esta también hace parte Mansur Meneses desde el 14 de octubre de 2014 cuando fue raptado en el barrio Primero de Mayo de Ocaña. Cuatro horas duró su secuestro. En una rápida reacción y persecución de la Policía fue rescatado por una vía que conduce al municipio de San Calixto. Este plagio le fue adjudicado a delincuentes comunes que, según la Policía, tenían la intención de venderlo a la guerrilla de las Farc. En el operativo un secuestrador murió y otro más fue capturado.

Tortura y pesadilla. Con estas palabras definió el avicultor Alirio Navarro Jaimes, de 49 años, los seis días que duró secuestrado en zona rural de Ocaña. El 30 de abril de 2015 cuatro hombres armados llegaron hasta la finca Buenavista propiedad de uno de sus hermanos, de donde lo sacaron. El 7 de mayo fue rescatado por el Gaula de la Policía quienes lo hallaron atado de pies y manos. Este plagio fue cometido por delincuentes comunes. Uno de ellos fue capturado descubriéndose que tenían antecedentes penales.

A la sombría nómina el ELN integró al asesor de la gobernación de Norte de Santander José Ramón cabrales Camacho secuestrado el 3 de septiembre de 2015. Tras casi siete meses en las montañas del Catatumbo, fue liberado el 23 de marzo de 2016 tras el pago de una gruesa suma de dinero. "El secuestro es algo asqueroso; es algo abominable" dijo a su llegada a casa. Ya es la cuarta vez, en 30 años, que esta familia es presa de secuestradores.

Las mujeres también ocupan una línea en la lista atroz de ese delito. El 8 de marzo de 2016 fue secuestrada de la vereda Las Lajas de Rio de Oro, sur del Cesar, Olga María Ríos Páez, de 49 años, y conducida por la vía al corregimiento Otaré, comprensión del municipio de Ocaña.  "Sin mediar palabra se acercaron forcejearon con mi mamá y antes de meterla a un vehículo dijeron que era un secuestro", manifestó uno de sus hijos. La liberación de Ríos Páez el 23 de marzo, coincidió con la de Cabrales Camacho. La liberación de la mujer también se dio tras el pago de $100 millones de pesos al ELN y un saldo de $50 millones para el 23 de abril. Se desconoce si se hizo efectivo este segundo pago, pues los allegados de Olga María empezaron a guardar silencio tras su regreso en lamentables condiciones de salud.

Siguiendo con el ELN, lejos de la sensibilidad, los secuestradores incluyeron en el listado a las mujeres y el 21 de abril de 2016 fue secuestrada la abogada de Melitza Trillos Gómez, de 25 años, cuando llegó a una estación de servicio ubicada al norte del municipio de Ocaña. Familiares y amigos desde la distancia le pidieron fortaleza y fue el 24 de mayo cuando se dio su liberación cuando, junto con uno de sus captores, se dio a la fuga hasta conectar con una patrulla del Ejército en el corregimiento Guamalito, compresión del municipio de El Carmen.

El listado de secuestrados se sella con una rúbrica estampada hace más de quince años por Isidro Arias Garzón. Sus familiares pagaron por el rescate pero nunca llegó a su hogar.