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Jaime Garzón según el periodista William Parra

El comunicador recuerda la faceta de Garzón dentro del oficio periodístico. Más que colegas fueron muy buenos amigos.

Tatiana Molina Vargas
13 de agosto de 2014 - 11:53 a. m.
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Hace 15 años el país se conmocionó y protestó por el asesinato de Jaime Garzón. Las balas acabaron con sus agudos comentarios, su crítica a la clase política y sus infinitas ocurrencias. Sin embargo, no lograron silenciar su legado, que hoy miles de personas guardan en la memoria.

'William Farra', 'William Garra' y 'William Narra', fueron tres reporteros de 'Quac el noticero', creados por Jaime Garzón y quienes informaban de diferentes maneras la realidad colombiana.

Los tres William fueron forjados por la inspiración que dio el también periodista colombiano William Parra. El reportero que actualmente vive en Venezuela, además de compartir un parecido físico con Garzón, también mantuvo una afinidad ideológica y una amistad con él, de la cual recuerda significativos momentos.

Cuando ambos trabajaban en cm&, Parra el reportero político de ese noticiero y al mismo tiempo estaban creando Quac. Garzón lo acompañó una vez a la Casa de Nariño, y allí conoció cuál era el trabajo de un "cargaladrillos".

¿Cómo recuerda a Jaime Garzón?

Se me hace un nudo en la garganta al evocarlo. Lo recuerdo sonriendo, mamando gallo y pensando en su principal obsesión: la paz de Colombia.

¿Qué puede decir de la faceta que tenía como periodista?

Tenía una frase que enmarcaba su verdadero sentir frente a los periodistas: "señor periodista, hágase bachiller". Recuerdo a Jaime haciendo periodismo en Radionet, siempre muy pendiente de aprender de nuestro maestro Yamid Amat. Se reía mucho de quienes trataban de parecerse al "jefe" y decía que todos querían ser como Yamid, pero que nadie quería imitar su genialidad y su compromiso con el periodismo.

¿Qué hizo en medio de esa ‘obsesión por la paz’?

Le dio por entrevistar a grandes personajes de la vida política del país, esto era cuando no existía aún Heriberto de La Calle. Así entrevistó al entonces embajador Myles Frechette y a uno de los jefes del Eln Nicolás Rodríguez Bautista. Andaba con una grabadora y un aparatico que le ponía al teléfono para hacer esos contactos, en esos días cambió la 'entrevistadera' por comidas en su casa. Allí iban los duros de la política criolla.

¿Cómo nació Heriberto de La Calle?

Cuando nació Heriberto, Jaime que en ese entonces trabajaba para RTI, empieza a convertirse en ese entrevistador sincero y sin pelos en la lengua que era de La Calle. Empezó a formarse con Antonio Morales en el programa Lechuza, pero sus primeras entrevistas fueron en el noticiero Hora Cero.

¿Qué le dejó al periodismo?

Fue uno de los periodistas más sinceros, -sino el más-, a la hora de decirle la verdad en la cara a sus entrevistados, tras su fachada de Heriberto no dejó títere con cabeza. Era el que se atrevía, se ganó a la gente, porque se sentía que no era un periodista vendido o al que le pudieran engañar en sus respuestas.

¿Qué recuerda del 13 de agosto de 1999?

Recuerdo con una gran pasión y con gran dolor, el día que el cuerpo de Jaime estaba en la plaza de Bolívar, para despedirse de Colombia. Nunca, había visto ese lugar con tanta energía. La gente que allí estaba sentía que quien estaba encerrado en ese cajón, era su hermano, su amigo, su compañero. Era gente que reclamaba justicia y castigo para quienes les habían matado la risa.

¿Qué anécdota recuerda en particular?

La mejor anécdota con Jaime, fue en el 98, que estuve con paludismo, había llegado del chocó de cubrir una incursión paramilitar y caí en cama. Todos mis amigos me iban a despedir a la clínica porque no encontraban que mal tenía. Jaime y yo habíamos discutido cuando yo entré a la dirección del noticiero Hora Cero, Jaime, en una entrevista anunció que renunciaba porque no quería trabajar con gente ligada al expresidente Samper.Sin embargo, cuando yo llevaba como cinco días en medio de las altísimas fiebres, Jaime me llamó y me dijo que no había razón para que estuviéramos distanciados, por el contrario me dijo que nos unía nuestra lucha por la paz de Colombia.

Me invitó a trabajar juntos desde el periodismo por ese tema. Quince días después de su llamada, nos convertimos en unos grandes amigos y estuvimos muy cerca. El día jueves 12 de agosto anterior a su muerte, hablamos por teléfono. Yo andaba en Cúcuta y él en Bogotá. Nos contamos algunas cosas y quedamos de vernos el lunes.

¿Por qué Jaime Garzón crea un personaje inspirado en usted?

Realmente eran tres personajes. Uno William Garra, otro William Farra y otro William Narra. Cuando se estaban pensando esos personajes me llamó Antonio Morales y me contó de la idea y me dijo sino tenía problema, yo trabajaba como reportero en CM&. Yo dije que por el contrario me agradaba la idea. Antonio sugiere que Jaime y yo trabajemos juntos por unos días.

Así que Jaime se encuentra conmigo y nos vamos para la Casa de Nariño, yo era el reportero político del noticiero. Estaba a punto de nacer ¡CUAC! y ese día estuvimos juntos y él observó cuál era el trabajo de un reportero ‘cargaladrillos’ como yo. Ahí nació William Garra, que era el reportero que estaba metido donde estaba la noticia.

¿Cuál era el objetivo con esos personajes?

La idea con William farra, era aprovechar que el periodista aparentemente estaba ebrio para trastocar la información. Sin embargo, se fue acrecentando la idea de que yo fuera efectivamente un borrachín y Yamid le pidió a Jaime que retirara ese personaje para no afectar al noticiero, ni mi credibilidad como periodista. Ahí terminó y William Narra, era para criticar a los narradores deportivos, pero este personaje no cuajó.

Por Tatiana Molina Vargas

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