La esquiva respuesta de la Iglesia al ICBF por abuso sexual en Arquidiócesis de Cali

“Estos pecados nos avergüenzan”, dijo el cardenal Rubén Salazar Gómez. Sin embargo, no hizo referencia al caso de la capital del Valle ni se retractó del concepto en el que la Iglesia culpó a los padres de la violación que cometió un sacerdote contra cuatro niños.

redacción Nacional
23 de febrero de 2017 - 09:44 p. m.
Archivo - El Espectador
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Con firma del cardenal Rubén Salazar Gómez, presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, la Iglesia Católica se pronunció este jueves nuevamente sobre el abuso sexual del que fueron víctimas cuatro niños en Cali, y que fue cometido por uno de sus sacerdotes. En una esquiva carta en respuesta a otra misiva enviada por Cristina Plazas, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la institución rechaza este delito al que califica de “atroz crimen contra la humanidad”, pero no acepta explícitamente su responsabilidad en el hecho ni se retracta del polémico concepto en el que se culpa a los padres de los menores de la violación que sufrieron. (Lea aquí: Arquidiócesis de Cali culpa a padres de abuso sexual que sufrieron sus hijos)

Aunque no menciona el caso de la Arquidiócesis de la capital del Valle, como se lo pidió Plazas, Salazar asegura que la Iglesia asumen clara y lealmente la consigna “cero tolerancia” ante cualquier caso que sea denunciando ante los delegados de protección de menores y a tomar todas las medidas para que los responsables sean castigados tanto canónica como civilmente. “Si se comprueba el abuso, un sacerdote jamás podrá volver a ejercer su ministerio. Estamos comprometidos en renovar todo empeño para que estas atrocidades no vuelvan a suceder entre nosotros”, asegura el religioso.

La justicia colombiana en dos instancias confirmó que el sacerdote William Mazo violó a cuatro niños menores de edad, por lo que fue condenado a 33 años de prisión. Una vez se dio esta sentencia, la familia de las víctimas iniciaron un incidente de reparación, en el que ahora la Arquidiócesis de Cali envió un concepto diciendo que los padres de los niños tienen culpa en el abuso sexual del que fueron objeto sus hijos.

Salazar no hace referencia directa estos hechos en su carta, solo recuerda que la Iglesia ha puesto en marcha oficinas de protección de menores, talleres y la realización de un manual de conducta, para que “nuestra labor evangelizadora sea desarrollada con los debidos límites profesionales en las relaciones interpersonales y el atento cuidado a la dignidad humana de nuestros menores”.

“La iglesia…. conoce el pecado de algunos de sus miembros: el sufrimiento, la historia y el dolor de los menores que fueron abusados sexualmente por sacerdotes. Estos pecados nos avergüenzan, sí, porque fueron realizados por personas que tenían a su cargo el cuidado de estos pequeños y han destrozado su dignidad. Por eso, reconocemos que somos responsables ante sus padres de brindar todas las condiciones posibles para que nuestras instituciones sean un hogar seguro para sus hijos y nietos”, concluye el religioso en la misiva.

La directora del ICBF le exigió a Salazar que rechazara y desautorizara públicamente esas afirmaciones en el proceso de reparación “sobre la base de que no corresponden a los fundamentos de la fe que profesamos”.

Por redacción Nacional

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