Evitar al máximo que se presente desbordamiento de los ríos que alimentan la Laguna de Fúquene mediante el dragado de los torrentes de Ubaté, Susa y Simijaca, anunció el mandatario de Cundinamarca.
Construir jarillones usando material propio de la Laguna y recursos para la compra de cuatro retroexcavadoras de brazo extendido de 19 metros para limpiar continuamente el espejo de agua son las acciones a corto plazo que se propone el gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz Vargas, como tareas prioritarias, para mitigar y prevenir los efectos que trae consigo la temporada invernal y que ha ocasionado serios daños a los habitantes de la zona de influencia.
El anuncio fue hecho durante la instalación del Comité de Seguimiento Preventivo al Ecosistema Laguna de Fúquene que se efectuó en el municipio de Simijaca, y que presidió el procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez Maldonado.
El funcionario manifestó que estas medidas mitigarán la incidencia de la próxima temporada de lluvias pero es indispensable emprender proyectos a mediano y largo plazo, así como transformar los procesos de producción lechera y agrícola que operan en la zona.
El mandatario departamental hizo un llamado para que todas las instituciones del orden nacional respalden el proyecto que permita ampliar la capacidad de la cuenca hídrica que requieren una inversión que supera los 30 mil millones de pesos y el primer paso es el dragado de los 34 kilómetros que hacen parte del río Suárez, sin afectar la bocatoma que alimenta el acueducto del municipio de Chiquinquirá y donde actualmente el departamento está invirtiendo junto con la Corporación Autónoma Regional – CAR está invirtiendo 5.000 millones de pesos para liderar este proceso.
A largo plazo, manifestó Cruz Vargas, es indispensable la construcción de los embalses de Tibita y San José los cuales cuentan con una inversión que supera los 35 mil millones de pesos y operan como reguladores de caudales en épocas de invierno y suministro de agua en épocas de sequia.
También, dijo, que es indispensable la construcción de las plantas de tratamiento residuales y planes maestros de acueducto y alcantarillado para dar soluciones definitivas a las continuas inundaciones, las enormes pérdidas económicas y la profunda crisis social que ha dejado las temporadas de lluvias 2010 y 2011.
A su turno, el procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez, manifestó que la iniciativa busca determinar aspectos hidráulicos prioritarios para manejar la cuenca, establecer el estado actual del ecosistema y los procesos de abastecimiento, para consumo humano, manejo de vertimientos industriales y establecer los problemas sociales y económicos que se generaron a raíz del desbordamiento de la laguna.
También presentó el equipo de la Procuraduría que estará operando en la zona el cual está liderado por el procurador Delegado para temas Ambientales Óscar Darío Amaya Navas, quien cuenta con un grupo de profesionales que aportarán y harán veeduría a los proyectos que se están liderando en la zona.