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Las manifestaciones de junio de 1954, días para no olvidar

Durante el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla estudiantes de la Universidad Nacional se volcaron a las calles para recordar a Gonzalo Bravo Pérez, durante el acto murió Uriel Gutiérrez y el día siguiente murieron nueve alumnos más.

Redacción El Espectador
21 de octubre de 2016 - 06:58 p. m.
Las manifestaciones de junio de 1954, días para no olvidar

Con el propósito de celebrar su primer año en el poder, el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla comenzó a preparar una serie de actos públicos para el 13 de junio de 1954. Entre ellos, la inauguración de la televisión en Colombia, además de la inauguración de varias obras públicas. Por coincidencia, por esos mismos días, los estudiantes de la Universidad Nacional preparaban la conmemoración de los 25 años de la muerte de Gonzalo Bravo Pérez, caído durante actos de protesta contra la hegemonía conservadora en 1929.  (Lea: Los días en los que Rojas Pinilla censuraba a la prensa)
 
El 8 de junio de 1954, durante una reducida protesta en el sector próximo a la Universidad Nacional en Bogotá, resultó muerto de un disparo de fusil de la Policía el estudiante de cuarto año de Medicina y segundo de Filosofía y Letras, Uriel Gutiérrez. El hecho provocó al día siguiente una nueva manifestación de estudiantes, esta vez en la carrera séptima con calle 13, en pleno centro de Bogotá. En medio de la manifestación el Ejército abrió fuego contra la manifestación con saldo de nueve muertos y 23 heridos. (Lea: Guillermo Cano y su lucha contra la censura de prensa)
 
Por la gravedad de la situación y a pesar de la amenaza de la censura de prensa, El Espectador no ahorró palabras para informar sobre lo sucedido. Aunque la orden de Guillermo Cano fue obrar con cabeza fría y limitarse a lo que había sucedido, el despliegue fotográfico para mostrar los por menores de la desafortunada intervención del Ejército, fue suficiente evidencia de la decisión de mostrar la verdad sin importar las consecuencias. En pocos días llegó la orden de silencio absoluto frente a los sucesos del 8 y 9 de junio de 1954. (Lea: La defensa de Guillermo Cano por la libertad de prensa)
 

Por Redacción El Espectador

 

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