Una menor de dos años perdió la vida tras ingerir accidentalmente un raticida en el municipio de Tamalameque, en el sur del departamento de Cesar.
De acuerdo con sus familiares, la niña confundió el veneno con un dulce y aunque sus padres pensaron inicialmente que no lo había consumido, la menor tuvo que permanecer hospitalizada tras presentar graves padecimientos.
“Ella le dijo a la mamá que había encontrado unos dulces que le gustaban mucho y nosotros le comprábamos muchos para mantenerla contenta. Mi esposa le quitó esos supuestos dulces que se había encontrado pero no pensó que los había ingerido”, manifestó a Noticias Caracol Yimis Jaimes Quintero, padre de la menor fallecida.
El cuerpo sin vida de la menor fue entregado a sus padres en la ciudad de Valledupar, luego de que los peritos de Medicina Legal confirmaran que la niña murió envenenada.
Con el propósito de evitar que se sigan presentando este tipo de tragedias, por descuido de los padres, un científico de la región desarrolló un raticida que nos es tóxico para los humanos; sin embargo, aún no está patentado.
“El compuesto ya está desarrollado, lo que falta es el tema comercial y que tengamos un buen andamiaje ante el mundo porque lo que se quiere es que salga a 25 países. Hay una gran diferencia con los raticidas comunes que atacan la vitamina K, porque éste ataca un ácido en el cuerpo que lo regulan los ácidos grasos. Por eso no es tóxico”, explicó el ingeniero ambiental, Luis Enrique Morales.