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Militares, entre la paz y la justicia

El malestar en los cuarteles persiste, la guerra sigue y el fantasma de la justicia continúa rondando a algunos altos oficiales.

María del Rosario Arrázola
10 de agosto de 2014 - 02:00 a. m.

El pasado jueves 7 de agosto, en el discurso de posesión para su segundo mandato, el presidente Juan Manuel Santos mencionó dos temas que, de una u otra manera, marcan el rumbo e incluso el puerto final del proceso de paz que se adelanta hoy con las Farc en La Habana. Habló de cese al fuego y de hostilidades —bilateral y definitivo—, que hace parte del último punto sustantivo de los diálogos, y de verificación internacional, una vez se concrete un acuerdo para la reincorporación de la guerrilla a la vida civil.

Estos temas expresan la seguridad del jefe de Estado en que va a llegar a la paz. Dos días antes, el 5 de agosto, en la celebración del 195º aniversario del Ejército, se lo dijo textualmente a los militares: “Por primera vez realmente estamos más cerca de terminar el conflicto de lo que hemos estado en 50 años de guerra”. En su discurso de posesión, en su convicción del éxito de los diálogos, fue más allá y en tono optimista manifestó que las Fuerzas Armadas se iban a convertir en guardianes de la paz.

Sin embargo, a pesar de las palabras de exaltación y los aplausos a las Fuerzas Militares, en el interior de los cuarteles continúan los resquemores. No es la misma tensión que se vivió durante la campaña electoral, cuando incluso hubo miembros de la Fuerza Pública en franca actitud deliberante, pero tampoco impera un ambiente de absoluto respaldo a las negociaciones con las Farc. El malestar persiste porque la guerra sigue y el fantasma de la justicia continúa rondando a algunos altos oficiales.

El general (r) Javier Rey Navas ha venido señalando en voz alta sus reparos a los diálogos de La Habana y, según algunos, dice lo que no pueden decir muchos militares activos. Ya la Fiscalía anunció que va a investigarlo y, cualquiera sea su suerte judicial, no cabe duda que va a repercutir en las guarniciones. En los pasillos hay rumores de medidas de aseguramiento contra generales y ese ambiente contrasta con los anuncios de que habrá una justicia benévola para los guerrilleros de las Farc.

Es tan compleja la situación que, como lo advierten fuentes consultadas por El Espectador, al presidente Santos le quedaba difícil buscarle un reemplazo al ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón. No podía improvisar con algún dirigente que no tuviera ascendente en la tropa. Por ahora Pinzón, que conoce bien lo que pasa con los militares, les da estabilidad a las relaciones entre el Ejecutivo y la Fuerza Pública. Tanto que lo mejor era también conservar la cúpula.

El asunto pasa también por la política. Al punto de que se abre paso la idea de que los negociadores de paz o sus asesores vayan a las guarniciones, batallones y brigadas para explicar lo que se está negociando en La Habana, especialmente en el espinoso tema de la justicia. El Congreso y su Comisión de Paz podrían colaborar en esta tarea. Más aún cuando crecen los rumores de que algunos guerrilleros de las Farc hoy presos en las cárceles del país podrían regresar a la libertad para reforzar los diálogos.

No es fácil convencer a quienes han librado la guerra que ahora tienen que pensar en la paz pero la justicia los ronda. No basta con que el jefe de Estado insista una y otra vez que no está en discusión el futuro de las Fuerzas Militares o que los beneficios judiciales que se le den a la guerrilla también serán para ellos. Según constató El Espectador, el malestar continúa, se sabe que hay generales que no ahorran palabras para decirle al ministro Pinzón o al presidente lo que piensan y que saben del proceso más de lo que se cree.

Por lo pronto, el primer mandatario ya destapó el as que, de funcionar, puede ratificar que la paz está cerca: cese bilateral y definitivo al fuego y de hostilidades. Un tema que, como quedó convenido en las últimas discusiones de La Habana, será uno de los asuntos a tratar en las subcomisiones que, a partir del 22 de agosto, van a abordar las delegaciones del Gobierno y las Farc. Entre tanto, sigue la guerra, y así como el Gobierno habla de capturas, dados de baja o neutralizados, 145 militares han muerto en lo que va corrido del año. Y eso pesa.

‘Las FF.AA. están cumpliendo’: Santos

En su discurso del pasado 5 de agosto, en la celebración 195º aniversario del Ejército, el presidente Santos aseguró que las Fuerzas Armadas están cumpliendo y dando resultados. “En lo que va corrido del año, en la lucha contra la guerrilla llevamos 590 desmovilizados, 1.050 capturados y 177 muertos en combate. Contra las bacrim, 620 capturados, 12 muertos en combate y 10 sometidos a la justicia”, fue su balance.

Al mismo tiempo reveló que se han sufrido bajas: 145 militares y policías muertos, una cifra que, de todas maneras, es 22% menor que la del año pasado. Santos insistió en que la orden es no bajar la guardia hasta que se firmen los acuerdos en La Habana.

 

“Seguiremos combatiendo, porque es la forma de llegar al final del conflicto más rápido. Sé que esto genera confusiones. Yo era consciente de las dificultades que esto iba a traer desde el primer el día que tomé la decisión de decir que no vamos a bajar la guardia un solo instante, no vamos a ceder un solo centímetro de nuestro territorio”, concluyó.

marrazola@elespectador.com

@nenarrazola

Por María del Rosario Arrázola

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