La inseguridad de algunos aeropuertos en el país, la osadía de los narcotraficantes y la reacción de la Fuerza Aérea Colombiana quedaron de nuevo en evidencia, tras el robo de dos avionetas en menos de tres meses a manos de grupos ilegales. El primer caso fue en marzo pasado, cuando sacaron una de los hangares del aeropuerto El Dorado. El segundo fue a las 7:00 de la noche del domingo, en la terminal aérea Aeropuerto Antonio Roldán Betancur de Carepa (Antioquia), a donde llegó un grupo de delincuentes y se llevó una nave.
La avioneta robada fue descrita como una tipo Cessna 210, de matrícula TGPAQ de Guatemala. Había sido interceptada el pasado 13 de diciembre por la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), cuando ingresó al país sin autorización y fue obligada a aterrizar en Carepa. Desde entonces estuvo inmovilizada. De acuerdo con Airplan S.A., empresa que administra el aeropuerto de donde se la robaron, las autoridades habían devuelto la avioneta a sus propietarios el 28 de marzo, éstos decidieron dejarla en el hangar de una empresa de fumigación, cuya vigilancia estaba a cargo de otra entidad privada.
La versión de las autoridades indica que en la noche del domingo los técnicos de la Aeronáutica Civil en Carepa se dieron cuenta del robo cuando vieron que la aeronave estaba en la pista, sin autorización para despegar ni plan de vuelo. De inmediato llamaron a la Policía para que tratara de evitar su despegue. Sin embargo, al llegar los uniformados hubo un cruce de disparos. Finalmente, los ladrones lograron despegar rumbo al mar Caribe.
Tras informar del robo a la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), las patrullas aéreas comenzaron la persecución sin éxito, ya que al igual que con la avioneta que se robaron de El Dorado, los pilotos lograron escapar y llegar al espacio aéreo de Panamá, donde la FAC pierde jurisdicción. Frente a la nave robada de Carepa, la DEA dijo que posiblemente aterrizó en Honduras.
Por el caso de la primera avioneta robada en Bogotá, la Policía capturó en Colombia a cuatro presuntos cómplices, quienes se declararon inocentes. De igual forma, en Nicaragua detuvieron a los dos pilotos que condujeron la aeronave robada hasta ese país. De acuerdo con informes de prensa, los pilotos forman parte de una poderosa red de narcotraficantes que opera en Honduras y Nicaragua.
En el caso de la aeronave de Carepa, aún no se tienen pistas sobre los presuntos responsables del robo. Las autoridades anunciaron que iniciarán la investigación para identificar el grupo que estuvo detrás del robo.