:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/dbBJm2s60n3SLhWBuJ9x4PFqy_A=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/NIEP232KGVECFGR3H6ZHDN7WQA.jpg)
La que podría ser considerada la excavación arqueológica más importante de Colombia, tanto por el hallazgo como por extensión, sigue siendo la razón por la cual EPM y Codensa van a paso tortuga con el proyecto eléctrico Nueva Esperanza, que podría beneficiar a más de 10 millones de habitantes del centro del país.
Cerca de 170 personas de EPM y Codensa, entre arqueólogos, trabajadores de campo y personal administrativo, conforman hoy el equipo que evalúa el hallazgo arqueológico que se hizo en las siete hectáreas de la meseta del valle de Tequendama (Soacha) donde se planea construir Nueva Esperanza.
“La relevancia de este hallazgo reside en la información allí contenida sobre las pautas de asentamiento, el desarrollo arquitectónico y urbanístico de las sociedades que habitaron el altiplano central colombiano y, en general, sobre aspectos demográficos en tiempos prehispánicos (...) Además de las huellas arquitectónicas, se han encontrado vestigios cerámicos, en su mayoría fragmentados, aunque se han logrado rescatar algunas piezas completas, así como restos óseos”, indicaron EPM y Codensa en un reciente boletín.
El hallazgo de esta aldea premuisca fue revelado por este diario el 11 de julio de 2013. Por esa época Codensa y EPM alertaron al Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh), el cual confirmó “la importancia del sitio y determinó los procedimientos técnicos y metodológicos para el rescate total, que incluye procesos de excavación, referenciación, análisis y conservación, siguiendo estrictamente los lineamentos planteados por la autoridad para garantizar la preservación y recuperación de la información y de los vestigios del sitio”.
El interés del proyecto eléctrico, sin embargo, permanece intacto. Según Codensa y EPM, “es importante y necesario para atender la demanda de energía creciente de la zona del centro oriente del país y mejorar la confiabilidad general del sistema interconectado nacional (y) forma parte del plan de expansión de generación y transmisión de energía que la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), del Ministerio de Minas y Energía, tiene previsto entre los años 2008 y 2022”.