“Nunca fuimos la voz de Bin Laden”: colombiana que trabaja en Al Jazeera

María Arbeláez, planning producer de la cadena de televisión, defiende la postura del medio de ser la voz de quienes no tienen voz y de buscar construir una visión de mundo distinta a través de sus cubrimientos.

Mariana Suárez Rueda
02 de mayo de 2016 - 07:16 p. m.

María Arbeláez estudió ingeniería pero la vida la hizo periodista. La vida y su padre, el reconocido periodista, locutor y presentador Juan Címaco Arbelaéz. “Desde que tenía dos años aprendí que debía guardar silencio cada vez que se prendía la luz roja de la cabina”, recuerda en su corta visita a Colombia, como invita del evento Digital next, que se realizará mañana en Bogotá, y en el que participarán editores, directores y presidentes de reconocidos medios de comunicación nacionales e internacionales. Un encuentro para reflexionar sobre la evolución de este oficio y los desafíos que representa el mundo digital.

Y María Arbeláez sí que ha sido testigo de ese cambio. Primero desde CNN y luego con la cadena Al Jazeera, a la que ingresó después de los atentados del 11 de septiembre. El fin de la Guerra Fría, el Apartheid, la guerra del Líbano y Gaza han sido algunos de los eventos que cubrió como reportera y que dejaron huella en su memoria. “Aunque dan miedo, las guerras nunca me hicieron pensar en salirme del periodismo. Varios de mis colegas piensan igual y a pesar de que no me pasó, muchos terminaron volviéndose adictos a esta clase de cubrimientos”.

¿Cómo llegó a Al Jazeera?

Me salí del periodismo durante cinco años. Luego contacté a amigos y colegas y les mandé mi hoja de vida y pronto me llamaron. Fui a la sede principal de la cadena en Doha, capital de Catar, y entré como jefe de mesa de redacción.

¿Y hoy qué hace?

Mi cargo tiene muchas definiciones y he hecho una cantidad de cosas. Estuve en planeación de noticias y luego me dieron el título de planning producer. Duré tres años organizando el entrenamiento para todo el personal de noticias del mundo. Después, cuando Al Jazzera llegó a América, me encargué del reclutamiento de la mayoría de periodistas y hoy soy responsable de ver todo lo que producimos para elegir trabajos y enviarlos a los distintos premios de periodismo.

¿Qué tan difícil ha sido mantener la independencia en medio de las presiones de los gobiernos árabes?

Lo interesante es que Al Jazeera desde que empezó, hace 20 años, siempre ha tenido ese honor. Porque si todos están molestos es porque de alguna forma estamos haciendo las cosas bien. Cuando empezó el canal en el mundo árabe no había medios de comunicación como tal sino portavoces del gobierno del momento y la mayoría de países tenían dictadores. Y uno de nuestros lemas es contar cada historia desde todos sus ángulos, algo que nunca se veía en estas tierras. Así que más allá del ejercicio del periodismo, que es difícil y a veces no tan difícil, lo importante es buscar la manera de hacerlo de la forma más honesta.

Muchos los califican de aliados del terrorismo y los critican por prestar sus micrófonos para que se difundan mensajes de terroristas como sucedió con Osama Bin Laden, ¿qué le responde a sus críticos?

Lo primero que quiero aclarar es que nunca fuimos la voz de Bin Laden. Cuando empezamos éramos el único canal que existía que diera todos los puntos de vista y el jefe de redacción de la época consideró que era lo correcto. Entonces Estados Unidos decidió que éramos la voz de Bin Laden, pero fue más una opinión política. Lo que queremos es ser la voz de los que no tienen voz.

¿Cómo ha sido el cubrimiento de la crisis en Medio Oriente?

Difícil. En Siria nos queda complicado entrar pero tenemos gente que filma para nosotros y nos manda videos. En Egipto es más complejo aún. Tres de nuestros periodistas fueron metidos a la cárcel y se convirtió en un país inseguro para nuestros reporteros, así que tratamos de hacer las cosas de otra manera, porque si mandamos a alguien probablemente lo arresten.

¿Cuántos periodistas trabajan en la cadena y cuál es el perfil de profesional que buscan?

Tenemos 72 oficinas alrededor del mundo. Tratamos de tener gente que conozca muy bien la región o país en donde está, de manera que puedan hacer reportajes e informar sobre las distintas situaciones en cada lugar.

Muchos dicen que tienen la responsabilidad de servir como vínculo de comunicación entre Occidente y el mundo árabe. ¿También lo ven así?

Yo no lo considero. Nosotros debemos es cubrir el mundo desde todos los puntos de vista. Nuestra misión es ser un canal internacional para una audiencia mundial.

¿Cómo ha sido su ingreso al mundo digital? ¿Cuáles han sido los desafíos de informar a través de las redes sociales?

Entendimos muy rápido que era importante. Ahora que lo hiciéramos bien o mal desde un principio es otra cosa. En este momento ninguno de los medios tenemos otra opción que estar dispuestos a ser flexibles. Comenzamos con nuestra página web, el streaming del canal en vivo que es lo que más se ve y hoy tenemos videos que se transmiten por Facebook con una gran audiencia. Todos nuestros periodistas tanto corresponsales, como productores y camarógrafos utilizan Twitter, Instagram, Snapchat, etc, para informar lo que ven. No puedo decir que ha sido fácil pero nos está yendo mejor y hace unos meses anunciamos que íbamos a ponerle más énfasis a lo digital.

 

Por Mariana Suárez Rueda

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