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Que el fenómeno de El Niño apenas se está incubando, que no se puede hacer nada para evitar su llegada —que según el Ideam, se sentirá con mayor rigor entre febrero y marzo del próximo año— y que las medidas a implementar deben estar encaminadas a mitigar sus efectos, son las realidades que reconoció el presidente Juan Manuel Santos tras un consejo de ministros realizado ayer en Soledad (Atlántico), con el fin de analizar y trazar estrategias concretas ante la crisis que ya se comienza a vivir en algunas regiones del país, sobre todo en la Costa Atlántica, por la sequía producto del fenómeno natural.
El jefe de Estado anunció que se preparan apoyos financieros para los sectores agropecuarios que puedan resultar perjudicados, descartó un posible racionamiento de energía y pidió la colaboración de todos los colombianos para ahorrar agua. “Podríamos, con un esfuerzo mínimo, ahorrarnos entre 6 y 7% en el país. Eso es muchísima agua, eso es lo que se consume en Bogotá”, indicó. Asimismo, explicó que la institucionalidad creada para enfrentar la crisis por la temporada invernal de 2010 y 2011 será el punto de partida para encarar a El Niño.
“Se ha hecho lo que se podía hacer y se debía hacer. Vamos a intensificar medidas, por ejemplo, para prevenir incendios forestales. Vamos a comprar una flota de helicópteros, con sus equipamientos, además de la construcción de pozos profundos en zonas donde hay problemas de agua como en la Alta Guajira y Santa Marta, y a entregar subsidios a campesinos y ganaderos afectados por la sequía”, manifestó el mandatario. En este sentido, reveló que a la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo se le asignarán $25 mil millones más, que se suman al presupuesto de $30.000 millones que ya tiene. Igualmente, $23 mil millones irán a reforzar los cuerpos de bomberos.
“Desde ya se le solicitó al ministro de Agricultura preparar ayudas financieras; que los agricultores, los ganaderos que estén siendo afectados por el fenómeno, tengan ciertos alivios”, agregó Santos, quien precisó que ya se están subsidiando algunos alimentos para el ganado, apoyo que se intensificará en los próximos meses. Además, se va a financiar la creación de unos silos para almacenar alimentos destinados al ganado en tiempos de escasez. “Aquí tenemos que trabajar todos de la mano. No podemos hacer que llueva, pero sí mitigar los efectos de la sequía”, dijo.
El diagnóstico que hace el Gobierno es que si la tendencia actual continúa, el fenómeno de El Niño será realidad hacia octubre y la etapa más crítica se vivirá en el primer trimestre de 2015, siendo los siete departamentos de la Costa Caribe los más afectados. Un drama que ya se padece hoy en zonas como la Media y Alta Guajira, donde una comisión de la Defensoría del Pueblo visitó varias comunidades indígenas y constató que los recursos hídricos y los alimentos se están acabando por el intenso verano.
Por eso, la Defensoría les solicitó a los gobiernos nacional y departamental una intervención humanitaria de emergencia para que se diseñe y construya un sistema de pequeños embalses y reservorios de regulación hídrica, se entreguen kits alimentarios de forma oportuna y sistemática a la población, y se instaure un programa de suplementación alimenticia, que además de los pobladores cubra a los animales y signifique el aprovisionamiento de insumos para los cultivos.
Y aunque El Niño apenas comienza, ya en la región Atlántica se han muerto de sed más de 10 mil reses ocasionando que se dejen de producir 35.000 litros de leche diarios y se han perdido 2.700 hectáreas de arroz en el norte del Cesar y La Guajira. Lo preocupante es que desde 2012, el entonces ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, había hecho un llamado en el Congreso para que se reservaran recursos presupuestales para la atención y el apoyo de los agricultores y ganaderos que pudiesen verse damnificados por la eventual llegada de El Niño. Su cálculo era que se necesitaba que la reserva o apropiación presupuestal para enfrentar el fenómeno climático oscilara entre los $600 y $800 mil millones.
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@CamiloSeguraA