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Poblaciones históricamente discriminadas instalan mesa de trabajo para la paz

Organizaciones de LGBT, indígenas, afrodescendientes y mujeres hicieron sus peticiones al Gobierno y a las guerrillas, y acordaron un plan de seguimiento a las negociaciones.

Redacción Nacional
13 de abril de 2016 - 02:08 a. m.
Poblaciones históricamente discriminadas instalan mesa de trabajo para la paz

En un mismo foro ciudadano realizado en Barranquilla y Cartagena, comunidades indígenas, afrodescendientes, personas LGBT y mujeres se vieron frente a frente para conversar sobre una realidad que los ha tocado a todos: la guerra. Hace cinco días, estas poblaciones históricamente discriminadas se dieron cita para elevar sus voces y debatir sobre lo que realmente esperan del proceso de paz que el Gobierno adelanta con las Farc y de la recién anunciada instalación de la mesa de negociación con el Eln.

En el encuentro, organizado por la corporación Caribe Afirmativo y la fundación Friedrich Ebert Stiftung y al que asistieron más de 400 personas, se compartieron experiencias de cómo el conflicto armado ha profundizado la exclusión y la negación de derechos fundamentales. La gran conclusión fue que la superación de la discriminación es un requisito fundamental para la construcción de la paz y un posacuerdo exitoso.

Miembros de la Comisión de Paz del Congreso, como el senador Iván Cepeda Castro (Polo Democrático Alternativo), Ángela María Robledo (partido Verde) y el representante a la Cámara Víctor Correa también hicieron parte del evento. Así como asistieron líderes sociales como Soraya Bayuelo, del Colectivo de Comunicaciones de los Montes de María.

A lo largo de la conversación se hizo hincapié en la necesidad de buscar mecanismos para crear una cultura de paz que acepte las diferencias, para combatir la corrupción que ha desembocado en la desconfianza en las instituciones, y para reducir la desigualdad económica como uno de los principales causantes de la guerra.

Cepeda y Correa llamaron la atención sobre el rearme paramilitar en la región Caribe, “que tuvo su máxima expresión en el paro armado promovido por el Clan Úsuga y la manera como sus prácticas se han convertido en agenciadoras de proyectos narcotraficantes”.

El movimiento de víctimas, por su parte, solicitó la creación de oficinas territoriales para el posconflicto que trabajen de la mano con las mesas de víctimas. Los sindicatos del Magdalena pidieron que se realicen informes semestrales desde los territorios para verificar la efectividad de los acuerdos.

Al final del encuentro, quedó instituida una mesa de trabajo permanente que hará seguimiento al proceso de paz desde el Caribe, denunciará las acciones delictivas cometidas por el frente 39 de las Farc, en Bolívar, y por el bloque Caribe del Eln, en La Guajira y Cesar; exigirá al Estado el desmonte del paramilitarismo y solicitará a los gobiernos locales que los planes de desarrollo sean garantes de paz, inclusión social y ciudadanía plena en especial para más mujeres, indígenas, LGBT y afros.

Por Redacción Nacional

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