Por supuestos incumplimientos, maquinaria oficial se deteriora en el Catatumbo

Archivo particular

Mientras que el 99% de las vías de la región del Catatumbo se encuentran en pésimo estado, maquinaria de la Gobernación de Norte de Santander se encuentra paralizada desde hace meses, deteriorándose a causa del sol y el agua en una vereda del municipio de El Tarra. La denuncia la formulan campesinos de la región, que consideran que la negligencia y la falta de voluntad han impedido ponerla a andar.

Según los pobladores, el arreglo de las vías fue uno de los compromisos adquiridos por el gobierno departamental para que los campesinos levantaran un paro que, en 2013, se extendió durante 53 días siendo el municipio de Ocaña uno de los epicentros de la protesta.

En las actas de los acuerdos, suscritos por los gobiernos nacional y departamental con la Asociación Campesina del Catatumbo (ASCAMCAT), se fijaron medidas para la ‘ejecución inmediata’ de proyectos en el Catatumbo. El gobernador de ese entonces, Edgar Díaz Contreras, se comprometió a poner en marcha la recuperación de 16 vías, según la priorización que hizo ASCAMCAT, que oficiaría como veedor creando un comité de seguimiento.

El 6 y 7 de noviembre de 2014, como quedó registrado en acta, se aprobó el préstamo de una serie de máquinas, las cuales fueron entregadas cuatro meses después, el 20 de marzo del 2015, para que –a través de una licitación– se nombrara a la empresa concesionaria que se encargaría de la adecuación de las vías.

De acuerdo con voceros de la comunidad, en diálogos de la Mesa de Interlocución y Acuerdos (MIA), en la que tienen asiento el gobierno y los campesinos, se generó el compromiso por parte del departamento de arreglar 353 kilómetros de vía, pero solo se han intervenido 119, trabajo que realizó la Unión Temporal Vías del Norte cuyo representante legal era Said Arias Picón.

Sin embargo, 17 meses después, el 28 de agosto de 2016, el representante de la Unión Temporal informó a los habitantes que los trabajos tendrían que detenerse porque ya no había más recursos. Esto fue una sorpresa desagradable para los campesinos, teniendo en cuenta que, en el acta de ejecución de proyectos de confianza, se fijó que la Gobernación de Norte de Santander “se adjudica el costo del proyecto de operación del combo de tal manera que cubra la totalidad del kilometraje propuesto por ASCAMCAT”.

Posteriormente, llegó para los habitantes de la región ‘un paño de agua tibia’, según advierten. El 15 de septiembre de 2016, con miras a destrabar la situación, el gobernador actual William Villamizar Laguado se reunió con líderes campesinos para tocar el tema de la maquinaria. En ese momento, con la presencia de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en cabeza de Úrsula Urdillo, se firmó un acta en la que se acordó la continuidad de los trabajos con el combo de maquinaria. Así, las obras se retomaron el 1 de octubre. 

En esa misma reunión, Villamizar Laguado se comprometió a pagar cerca de $11 millones que había quedado debiendo en la zona el contratista por concepto de alimentación, hospedaje y hasta de cerveza consumida por los operarios. Fue así como el 29 de noviembre se hizo un contrato de menor cuantía con la empresa B&A Construcciones S.A.S., cuyo representante legal es el mismo Said Arias Picón.

El valor del contrato es de $39’752.000 y en opinión de Wilder Téllez, coordinador y líder del comité de la maquinaria por parte de ASCAMCAT, fue un completo fracaso: “Con esa plata solo se perfilaron 22 y medio kilómetros empleando 132 horas y se retiraron dos derrumbes, utilizando 20 horas, dándose así por terminado el contrato”.

Buscando llegar a soluciones que permitan resolver la situación, el pasado 19 de marzo se reunieron en la vereda Buenos Aires del municipio de El Tarra líderes del comité de seguimiento del proyecto. De esta reunión hizo parte Eliecer Vivas, presidente de la Asociación de Juntas de esa localidad, quien se queja porque el contrato que se había firmado entre la Gobernación y la Asociación Campesina del Catatumbo –el cual terminó el 28 de agosto de 2016– hasta el momento no se ha reactivado.

“Resultó un contrato por $39’000.000, el cual aparece como si se hubiera puesto en función todo el combo de maquinaria, lo que es falso porque solo trabajó una de las máquinas retroexcavadora tipo pajarita”, explicó el líder comunal.

Solo para la comunidad de Buenos Aires, donde está paralizada la maquinaria, el compromiso es de adecuar 20 kilómetros; sin embargo, se arreglaron nueve quedando pendientes 11. El líder del comité de la maquinaria por parte de ASCAMCAT recuerda que el combo de maquinaria se entregó con el fin de avanzar con los trabajos hasta terminar los 353 kilómetros, siendo el gobierno el llamado a ajustar el presupuesto para poder dejar la obra terminada.

Carlos Nahun Durán, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Corral de Piedra, asegura, por su parte, que la maquinaria ya va para un año de estar parada, mientras que el gobierno departamental no ha reaccionado para ponerla en funcionamiento. “Pedimos al gobernador que nos cumpla con las actas firmadas para que se desarrolle el trabajo”, manifestó.

Entretanto, en la vereda Buenos Aires soplan vientos de desolación que golpean tres volquetas, una pajarita, una motoniveladora, un buldócer y una aplanadora, mientras que la Gobernación dice que no hay recursos para ponerlas a andar y, por el contrario, está pidiendo a ASCAMCAT que le devuelva la maquinaria. Tal solicitud, dice una fuente de la Asociación Campesina, sería improbable ya que la comunidad insiste en que solo se entregarán cuando se terminen de arreglar los 353 kilómetros convenidos desde el paro del 2013.