Al parecer, Leydi Johana Ballesteros, de 23 años de edad, recibía malos tratos de las personas con quienes trabajaba y convivía en Argentina, país al que se dirigió hace 3 años para mejorar su calidad de vida. La joven fue repatriada al Quindío, en donde actualmente vive con su mamá y sus dos hijos.
Su regreso al país fue gracias a la gestión de la oficina de migraciones de este departamento, la cual conoció su caso por medio de sus familiares. Esto llevó a que la embajada colombiana en Buenos Aires supiera de su situación y posibilitara la repatriación.
La joven comentó, en diálogo con Caracol Radio, lo ocurrido en ese país: “Yo tuve un problema en la fábrica donde estuve trabajando y como que yo le gustaba al hermano del jefe, al ver que no le colocaba cuidado, me hostigaba mucho y me hablaba feo, entonces me fui aburriendo (…). Una amiga me ofreció vivir en la casa de ella, pero ahí el papá de ella quiso abusar de mí, pero gracias a Dios no pasó nada de eso porque yo me volé”.
Ya en Armenia, la oficina de familia estudia la posibilidad de incluir a Ballesteros en el programa de emprendimiento que existe con la población que regresa al Quindío luego de vivir por fuera del país.