Restitución de prueba

Una finca en Tolima, otra en Cesar y dos en zona rural de Cali, que eran propiedad de narcotraficantes, serán utilizadas para reparar a víctimas.

Alfredo Molano Jimeno
10 de agosto de 2013 - 04:00 p. m.
El año pasado el gobierno Santos apoyó una manifestación de víctimas de la violencia en Necoclí, Antioquia. / Archivo
El año pasado el gobierno Santos apoyó una manifestación de víctimas de la violencia en Necoclí, Antioquia. / Archivo

El Consejo Nacional de Estupefacientes, encabezado por la ministra de Justicia, Ruth Stella Correa, decidió, por primera vez en la historia, trasladar a la Unidad de Restitución de Tierras cuatro predios que habían pertenecido a narcotraficantes para entregarlos a las víctimas del conflicto. La decisión, sin antecedentes, no tendría mayor trascendencia de no ser porque este podría ser el plan piloto del banco de tierras que servirá para implementar el acuerdo que el Gobierno y las Farc suscribieron el pasado 21 de junio en La Habana (Cuba).

Los predios que fueron entregados a la Unidad de Restitución son: El Fierro, de la familia Rodríguez Orejuela, ubicado en el municipio de Candelaria (Valle del Cauca); La Gloria, en zona rural de Cali, que perteneció al exjefe del cartel del Norte del Valle, Dennis Gómez Patiño, alias El Zarco; La Argentina, en el municipio de Aguachica (Cesar), y Villa Silvania, una lujosa propiedad que fue de Jesús Fernando Pérez y se encuentra en zona rural de Ibagué (Tolima).

Según el Consejo Nacional de Estupefacientes, estos cuatro predios se caracterizan por su productividad y por estar en zonas que garantizan las condiciones de seguridad que requiere el proceso de restitución. Para la ministra Ruth Stella Correa esta “es la primera vez que se avala una destinación definitiva de bienes, que ya tienen extinción de dominio, para que vayan a reparar a víctimas despojadas de sus terrenos”.

En este mismo sentido, la subdirectora de la Unidad de Restitución, Ivonne Moreno, explicó que estos son predios sobre los que el Estado ya recuperó el derecho de propiedad. “En los predios incautados todavía no se ha definido si la propiedad pasa al Estado o sigue en manos del presunto narcotraficante. Aquí ya hablamos de predios extinguidos donde, claramente, el Estado tiene y puede entregar la propiedad”, refirió Moreno.

El Espectador conoció los informes de caracterización de los predios que administrará la Unidad de Tierras. En los documentos se establecen las características de las fincas, la infraestructura que contienen y los aspectos generales y específicos de las tierras.

La Argentina, de 94 hectáreas, está ubicada a 12 kilómetros del casco urbano de Aguachica, una zona ganadera de tierras de fertilidad moderada, pero con abundantes recursos hídricos. “Queda en la vereda El Faro del municipio de Aguachica, cerca de la vía al mar y de una vía alterna destapada que conduce al predio”, señala el documento que asimismo deja constancia de que goza de dos casas (una principal y otra para trabajadores), una bodega, un kiosco, un corral con bebederos y saladeros, y cercado de alambre.

Villa Silvana es un predio de dos hectáreas ubicado a 20 minutos del centro de Ibagué. La vocación de esa tierra es agropecuaria y minera, y su fertilidad se cataloga como moderada-buena. Está ubicado en la vereda Ambalá, zona rural de Ibagué, y cuenta con “servicios públicos básicos e instituciones de educación, de salud, seguridad, recreación, entre otras”. Tiene una casa prefabricada en regular estado y una construcción en material a la que le falta el techo.

En estos informes también se dejó constancia de lo que se encontró en el predio que perteneció a alias El Zarco, una finca de 28 hectáreas ubicada a 15 minutos de Cali por la vía a Jamundí. Sus suelos son de vocación agrícola, de fertilidad media-alta. En la zona hay grandes áreas de agricultura extensiva y ganadería. El predio tiene vías de acceso pavimentadas, una casa en buen estado, pozo de agua, almacén, sistema de riego y establo.

Al final, estos predios incautados a la mafia no sólo servirán para contribuir al proceso de restitución de tierras, sino que además son el plan piloto de cómo las tierras de los narcos entrarán en el banco de tierras destinado a ser la piedra angular de la reforma agraria que el Gobierno y las Farc coinciden en ubicar como el cimiento de una paz duradera en Colombia.

‘Se está haciendo justicia’

Ricardo Sabogal, director de la Unidad de Restitución de Tierras, explica los alcances de la decisión que abre la puerta para que los bienes incautados a narcotraficantes sirvan en la integración de un banco de tierras que se utilizará para reparar a las víctimas de la violencia.

¿Cuál es el alcance de la decisión del Consejo Nacional de Estupefacientes?

Es la primera vez que tierras que les fueron incautadas a narcotraficantes pasan a manos de las víctimas. Recordemos que hay muchas tierras de extinción de dominios, pero que desafortunadamente nunca les han llegado a las víctimas sino que se han quedado en corrupción y manejadas por manos oscuras, incluso hasta por los mismos narcotraficantes. Ahora están destinadas a las víctimas del despojo. De alguna manera estos predios entran a una especie de banco que destinará los que van a ser restituidos mediante compensaciones a las víctimas. La verdad, con esto se hace justicia porque les llegan a personas que las necesitan.

¿Esos cuatro predios tienen reclamaciones de despojo?

No, es más por un tecnicismo jurídico. A nosotros nos entregan los predios para que se los entreguemos a las víctimas. Y esto obedece a que hay una orden de un juez que dice que hay que entregarle una tierra en compensación a una víctima despojada porque no puede volver a su finca por motivos de seguridad.

Es decir, ¿serán restituidas mediante compensación?

Sí, estas tierras eran originalmente de narcotraficantes y se les van a entregar a aquellos campesinos que no pueden volver a las tierras que poseían, bien por cuestiones de seguridad o bien porque había más de una víctima reclamando el mismo predio. Por lo que el juez encuentra que ambas reclamaciones son justas y obliga a la Unidad a que a una de ellas se le entregue un predio en otra parte.

¿Y qué hay en estos predios?

En algunos hay reconstrucciones, en otros sólo hay potreros, pero todos son de muy buena tierra.

¿Y a quiénes se van a entregar?

Algunos van a entregarse a una sola familia y otros a varias. La ley obliga a entregar predios de similares características al que fue despojado y no se puede restituir.

¿Estas tierras sirven para la agricultura?

 

Son tierras muy buenas. Muy productivas y que están en perfectas condiciones. Me dicen que, por ejemplo, uno de los predios es un espectáculo. Las personas que lleguen allí podrán cultivar sin ningún problema.

Por Alfredo Molano Jimeno

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