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Alto riesgo representan para la comunidad de la cuenca del Combeima las 18 microcuencas del río Combeima, que en época de lluvias pueden crecer súbitamente, descargando agua, lodo, piedras y escombros sobre el afluente de 57 kilómetros de longitud y un área de 27.421 hectáreas. Así lo asegura el director del Comité Regional para la Prevención de Desastres (Crepad), Eduardo Rodríguez, quien manifiesta que el corregimiento de Villa Restrepo y las veredas Pastales, Juntas y Llanitos son las más expuestas.
Según informe de la Facultad de Ingeniería Forestal de la Universidad del Tolima, “el Cañón del Combeima es un sector de alta vulnerabilidad por su formación geológica y topográfica, y zona de altas pendientes.”
Registros señalan que el 29 de junio de 1959 el río arremetió contra Villa Restrepo, Juntas e Ibagué, arrasó con casas y puentes, dejó un saldo de 120 personas muertas y 350 damnificadas. El 4 de julio de 1987, las quebradas la Plata, Platica, Bellavista y Peña Roja, presentaron deslizamientos, derrumbes, flujos de escombros e inundaciones en Pastales, que dejaron 15 muertos y 2.300 damnificados. El 5 y 22 de julio de 2006 se produjeron derrumbes, deslizamientos, avalanchas, taponamientos de la bocatoma del acueducto, desaparición parcial del corregimiento de Villa Restrepo, destrucción de casas y pérdida de cultivos y ganado.
El director de la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima), Jorge Enrique Cardoso, asegura que, con el fin de evitar daños por deslizamientos en masa y mitigar el riesgo, se realizan importantes inversiones desde 2012. Por ejemplo, actualmente se realizan trabajos para encausar las quebradas el Guamal y Las Perlas, que podrían causar daños en el colegio y varias viviendas en caso de una creciente. Se han comprado nueve mil hectáreas de predios con fines de conservación y se ha sensibilizado a la comunidad para que no siembre cultivos inviables para la región, se han realizado actividades de dragado y demolición de rocas.
Para el funcionario, uno de los convenios más representativos se realizó el pasado 7 de mayo entre la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Gobernación del Tolima, la Alcaldía de Ibagué y Cortolima por $10.400 millones, que deberán ser ejecutados en un período de cinco años.
Para iniciar se hizo el primer desembolso de $1.600 millones, dirigidos a reconversión productiva, mitigación del riesgo con la implementación del sistema de alertas tempranas, sensibilización de la zona y contratación de profesionales que permanecerán en la zona. Con la inversión total se espera en cinco años conservar el recurso hídrico que se está agotando, apartar de los terrenos altos a los cultivadores que causan deforestación y sensibilizar sobre el riesgo.
Según el documento Conpes, desde el año 1993 al 2005, Cortolima, Asocombeima y el IBAL, adquirieron 3.891 hectáreas de predios en la Cuenca del río Combeima, por un valor total de $1.013.557.520. Así mismo ha realizado inversiones en diferentes proyectos para el control de erosión y corrección torrencial desde el año 1988 hasta el año 2007, por un valor de $2.738.464.000
Conocedores de la investigación realizada por el consorcio Geotec Group, según la cual la Alcaldía de Ibagué debe reubicar a las 176 familias y el colegio que alberga estudiantes de 26 veredas, los habitantes piden que se haga la gestión pertinente. “No queremos vivir tragedias como las anteriores, necesitamos soluciones sin que nos cambien nuestro estilo de vida”, señala Augusto Ocampo, habitante del sector de Juntas quien perdió su vivienda en 2006 tras el desbordamiento del río por represamiento de varias quebradas.
Félix Salgado, director de Prevención y Desastres de Ibagué, señala que la administración municipal realiza actualmente un censo en zona urbana y rural, que incluye al Cañón del Combeima, y espera presentar en agosto, la primera lista de damnificados ante el Ministerio de Vivienda, que a su vez prepara su nueva política de reasentamiento en Colombia.