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La música y el baile fueron el detonante para ese gran estallido de alegría que todos los años, desde hace 57, trae consigo la tradicional Feria de Cali y que esta vez contagió a más de un millón de personas —según datos de la Alcaldía— que se dieron cita en la autopista Sur de esa ciudad para presenciar el desfile inaugural.
Bautizado como Salsódromo desde hace siete años, cuando se hizo por primera vez, en esta ocasión se realizó en la noche para evitar las altas temperaturas que deben soportar los 1.500 bailarines que en carrozas y comparsas desfilan durante cuatro horas en un recorrido lleno de luces, color y movimiento.
Y ahí estaban, ‘tirando paso’, como se dice en Cali, en una pista de 1,5 kilómetros y al ritmo de las mejores canciones de ese frenesí musical llamado salsa, que ya es el sello característico de la capital del Valle y una de sus mejores cartas de presentación.
Tanto los caleños como quienes visitan la ‘sucursal del cielo’ quedaron deslumbrados ante el paso de las nueve carrozas, junto a los bailadores de la vieja guardia y un centenar de músicos, que conforman todo el show.
La buena ejecución de las acrobacias y pasos tradicionales de salsa llenó de emoción a la multitud, que fue generosa en aplausos, reconociendo el esfuerzo de los bailarines que durante meses preparan la puesta en escena. El cariño alcanzó también para corear las canciones más populares y el ya característico estribillo “se lució, Cali se lució” que brotaba espontáneo de las gargantas de los miles de asistentes a esa misma calle, convertida en una gran discoteca.
Luz Adriana Latorre, gerente de Corfecali y responsable del evento, dio un parte de satisfacción por el éxito alcanzado con el desfile inaugural y señaló a los medios locales que “al ser el primer Salsódromo nocturno, se lograron muchos avances; favoreció mucho el clima para el espectáculo y para los bailarines. Nos falta más luz periférica y se deberá hacer una inversión en luces del show a futuro”.
En medio del evento se registró un accidente cuando dos bailarines de la escuela Elite Rumba Dance perdieron el compás en medio de una pirueta bastante exigente, hecho que fue grabado por un asistente al desfile y posteriormente publicado en redes sociales. Sin embargo, Corfecali confirmó que se trató de los bailarines Wendy López y César Mejía, quienes resultaron ilesos pues sus compañeros reaccionaron oportunamente y lograron evitar que cayeran al piso.
De acuerdo con Carlos Fernández, gerente de Colboletos, empresa que se encarga de la logística del evento, “la popularidad de los eventos que convoca Corfecali durante la Feria va en aumento, este año se agotaron las entradas quince días antes del Salsódromo; la gente disfrutó al máximo el espectáculo, no hubo riñas ni hechos para lamentar, esto en parte tiene que ver con la organización nuestra y con el clima más benévolo que trae hacerlo en la noche”.
Entre los asistentes al desfile que hablaron con El Espectador hubo unanimidad en que el Salsódromo es el mejor espectáculo de la Feria de Cali. Aunque coinciden sobre dos puntos a mejorar: la extensión del show, que fue de cuatro y media horas, así como la demora entre una comparsa y otra, que en ocasiones fue de 15 minutos.
También se escuchan voces sobre la necesidad de que Cali construya un escenario para albergar este magno evento, ya que solo unas 20.000 personas se pueden alojar en graderías, los demás asistentes, un total de 980.000 personas, deben ubicarse a lado y lado de la autopista Sur de la ciudad, “quienes allí se hacen no disfrutan igual, además están a merced de cierta informalidad que no es buena para el espectáculo y puede ser hasta peligrosa”, señalo el abogado Élmer Montaña.
Más allá de los apuntes para mejorar, hay que decir que el tema escogido como hilo conductor del desfile, “La Capital de la Alegría”, sirvió para dar rienda suelta a la creatividad de los cientos de productores y directores de las escuelas de salsa que salieron a demostrar con sus pasos y acrobacias el espíritu alegre de los caleños.
Íconos de la ciudad como el Puente Ortiz, el Gato de Tejada, Cristo Rey, estuvieron presentes en la decoración de las carrozas sobre las que bailaron los artistas, entre ellos varios niños, y representantes de la ‘vieja guardia’.
Dos grandes innovaciones a nivel musical tuvo el evento en esta edición: una banda sonora cargada de grandes éxitos de la música afrocaribeña, sin las repeticiones de ediciones anteriores, lo que propició más participación del público desde las tribunas al corear sin descanso temas antológicos de la salsa. La otra innovación fue la inclusión de la salsa choke en la banda sonora del desfile, variación del estilo tradicional de este ritmo que ha ganado enorme popularidad entre los caleños.