Se recrudece el accionar de las Farc

Tropas de la Brigada Móvil 8 en Planadas, sur del Tolima. / Juan Carlos Escobar

Tres mil soldados repelen la ofensiva de las Farc, que en el último mes reanudaron su accionar en el sur del Tolima, donde asesinaron a dos policías y dos soldados, han atacado la infraestructura energética, bloqueado vías e instalado explosivos en vehículos de transporte público. Los ganaderos, cafeteros y comerciantes de la región son extorsionados y varios funcionarios públicos temen por sus vidas pues han sido amenazados de muerte.

En el occidente del departamento, las Farc están bajo el mando de Gustavo Bocanegra, alias Donald, quien hace parte de la unidad Cajamarca y es considerado responsable de terrorismo extorsivo.

Según el gobernador del Tolima, Luis Carlos Delgado, varios de los ataques fueron perpetrados mientras se realizaba un encuentro por la paz en Chaparral. “Yo le pido a la Presidencia que atienda estas dificultades, porque la guerrilla habla de paz en Cuba, pero en las regiones se vive otra cosa, hay ataques a la infraestructura eléctrica, extorsiones, soldados mutilados y asesinatos de policías”, dijo el mandatario.

Durante la presidencia de Álvaro Uribe, el Ejército ocupó varias poblaciones del sur del departamento (Planadas, Roncesvalles, Chaparral), que por décadas fueron dominadas por las Farc. Desde entonces las Fuerzas Militares ganaron presencia institucional en la región y la guerrilla fue perdiendo beligerancia. El 4 noviembre de 2011, cuando fue abatido Alfonso Cano, su jefe máximo, quien impartía órdenes desde San José de las Hermosas (Chaparral), el control del Ejército en la región se acentuó. Pero la zozobra regresó hace tres semanas. La población está intranquila por las diversas acciones de las Farc que han afectado a la población civil en Rioblanco y sus corregimientos, Herrera, San Antonio, Rovira, Chaparral y Planadas.

En los últimos hechos que alteraron el orden público en el departamento, el pasado miércoles el alcalde de Rovira, Diego Andrés Guerra, y su escolta fueron víctimas de lo que al parecer fue un intento de secuestro. Dos hombres armados interceptaron el vehículo en el que se movilizaban, trataron de incendiarlo y le pusieron letreros alusivos a las Farc. “El escolta ejecutó una maniobra evasiva, descendiendo del vehículo con su protegido y adentrándose en zona boscosa”, explica el coronel Carlos Fernando Moreno Jerez, comandante de la Sexta Brigada. La autoría de este hecho es investigado y no se descarta que se trate de delincuencia común.

El 17 de noviembre, hombres armados con fusiles ingresaron al centro del municipio de Planadas, a cien metros de la Brigada Móvil 8, y frente a decenas de personas asesinaron a un conductor de camión. Un día antes, una moto bomba explotó al paso de una volqueta que trabajaba sobre la vía, a un kilómetro del casco urbano de esta misma población. El 25 de octubre los alzados en armas instalaron explosivos en un buldózer y en el equipo de control de las compuertas de captación del río San Marcos, de la hidroeléctrica de Cucuana en Roncesvalles, lo que dejó pérdidas millonarias y el atraso en la obra, que sería entregada en diciembre.

Una semana después, en Chaparral, los patrulleros de la Policía Pablo Forero Caicedo y Pedro Luis Saavedra Castro fueron asesinados, al parecer por milicianos del frente 21 de las Farc, tras atender un llamado para controlar una supuesta riña en una gallera de la población. Ese mismo día y en el mismo municipio murieron en una emboscada dos soldados. Informes de inteligencia señalan que las Farc ordenaron un plan pistola contra los miembros de las Fuerzas Militares de la zona, al tiempo que reparten panfletos en los que ordenan un paro armado.

El 7 de octubre, la casa del alcalde de Ataco, José Jiménez, fue blanco de un ataque con granada, en retaliación, dice, por su negativa a pagar las vacunas exigidas por las Farc. El 15 de octubre, el concejal de Planadas José Said Perdomo sufrió un atentado del que logró salir con vida. Le exigieron irse del pueblo por rechazar, según él, el accionar de la guerrilla contra los civiles. A tres cabildantes más les han exigido su renuncia.

Los guerrilleros han bloqueado las vías Chaparral-San Antonio y Chaparral-Rioblanco-corregimiento de Herrera, donde “bajan a los pasajeros y al conductor, los obligan a atravesar su vehículo en la vía y proceden a cargarlo con explosivos”, afirma un líder de la comunidad. Así ocurrió en el tramo Cajamarca-corregimiento de Anaime, donde subversivos de las Farc entregaron volantes a la comunidad invitándola a participar en la actividad política del Partido Comunista. El comandante Moreno Jerez manifiesta que esto es parte de las presiones de las Farc para mostrar un poder que no tienen y así hacer más exigencias en la mesa de negociación de La Habana (Cuba). “Son máximo tres personas las que hacen terrorismo, no es una estructura armada”, asegura.

El comandante de la Fuerza de Tarea Zeus, coronel Diego Moreno, señala que se detectaron explosivos dentro de vehículos en la vía Rioblanco-Herrera, puestos como trampas para la Fuerza Pública. Los guerrilleros “esperan que algún uniformado se acerque a tratar de desactivarlo para que caiga, pero nosotros hemos enviado un equipo técnico que los ha eliminado”.

Campesinos manifestaron a El Espectador que en un viaje a Herrera usaron una vía alterna desde Florida (Valle) y allí se encontraron con un grupo de cerca de 200 subversivos. “Nos dijeron que venían del Valle a reforzar al Comando Conjunto Central y que la idea era hacer retroceder al Ejército. Que si el Gobierno les va a traer soldados, ellos también traerán más gente”, asegura un testigo.