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Sucre, sin ‘Cadena’ pero amarrado

El poder de los políticos presos por vínculos con paramilitares lo ostenta Yahir Acuña, un amigo de la ‘Gata’ y heredero de la casa de Salvador Arana. Misterio ronda el origen de su fortuna.

Élber Gutiérrez Roa
04 de mayo de 2014 - 02:00 a. m.
Yahir Acuña, representante a la Cámara por el Movimiento 100 por ciento Colombia y cuestionado por sus nexos con políticos vinculados con la parapolítica, por el origen de su fortuna y por su forma de hacer política repartiendo dinero entre la gente.
Yahir Acuña, representante a la Cámara por el Movimiento 100 por ciento Colombia y cuestionado por sus nexos con políticos vinculados con la parapolítica, por el origen de su fortuna y por su forma de hacer política repartiendo dinero entre la gente.

Sucre sonríe, pero está triste. Ocho años han pasado desde que comenzaron las investigaciones sobre el terror paramilitar, el saqueo a las regalías del petróleo y la alianza entre políticos y criminales, pero los males están lejos de terminar. Quizá la única diferencia es que ya no se siente la atmósfera asfixiante de hace una década, cuando a la vista de todo el mundo los paramilitares patrullaban las calles imponiendo a punta de masacres la ley del silencio sobre lo que allí ocurría.

Aunque los ‘paras’ no están, muchos de los señalados de cohonestar ayer con las autodefensas definen ahora el futuro de la región desde altos cargos del poder local. Si antes se acudía a las urnas con la presión del fusil de Rodrigo Mercado, alias Cadena, hoy la moda es la compra de votos a la tasa más alta del país. Hasta $100.000 se pagaron en marzo pasado para favorecer a funcionarios nuevos con vicios de políticos tradicionales.

Exjefes paramilitares como Salvatore Mancuso y Edward Cobo Téllez, alias Diego Vecino, han señalado a dos concejales en ejercicio de Sincelejo de haber oficiado como sus fichas en la ciudad. Investigaciones ha habido, pero los lugareños no se hacen muchas expectativas al respecto, pues también tienen dudas frente a funcionarios de los organismos judiciales.

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En medio de este ambiente emergió una nueva figura política en la zona. Una a la que todo el mundo le reconoce las mismas habilidades clientelistas de Álvaro el Gordo García, Érick Morris o Muriel Benito Revollo (excongresistas condenados por nexos con paramilitares), pero que parece tener mucho más dinero que aquellos y quien surgió en política de la mano del exgobernador Salvador Arana, también preso por vínculos con las autodefensas.

Se trata de Yahir Acuña, el mismo representante a la Cámara señalado de nexos con el paramilitarismo y la condenada empresaria del chance Enilce López, la Gata. El mismo que de 51.160 votos en las elecciones de 2010 (por el movimiento Afrovides) pasó a 126.097 en lista cerrada por el Movimiento 100 por ciento Colombia, su nueva empresa electoral. El mismo contra cuya elección la Sección Quinta del Consejo de Estado admitió hace dos días una demanda de nulidad por supuesta doble militancia, como consecuencia de su pelea con Afrovides.

¿Cómo logró hacerse al poder que dejaron los parapolíticos? Hay muchas leyendas sobre Yaho, el Negro o el Diablo, como este congresista es conocido en su región. Hasta se dice que se volvió rico gracias a una guaca de la Gata, situación que él niega. De hecho, no admite ser rico y cuando se le interroga sobre las jornadas en las que reparte dinero a manos llenas a mototaxistas o pizzeros, o cuando cierra los bares para regalar todo el licor del establecimiento a los parranderos de turno, asegura que se trata de una leyenda negra que le han inventado. De los mercados que en campaña se regalaron en su nombre, a través de bonos contramarcados con figuras de gatos, tampoco sabe nada. Dice que los bonos no existieron, pero El Espectador los encontró en Sincelejo.

Según él, su proyecto político tiene como próximo objetivo la Alcaldía de Sincelejo y la Gobernación de Sucre. Ni siquiera se ha posesionado para su nuevo período en el Congreso y los habitantes de la zona tienen la certeza de que será candidato a la Gobernación, cosa que no resulta extraña, pues en su vertiginosa carrera Acuña no termina períodos en la corporación a la que es elegido para lanzarse en pos de un cago más alto. Para la Alcaldía de Sincelejo buscaría impulsar ahora al conservador Carlos Vergara, quien viene de perder precisamente frente al mandatario actual, Jairo Fernández, otrora amigo de Acuña y hoy su rival más enconado. Pelearon porque Fernández, ya como alcalde, se negó a recibirlo en su casa. Acuña le reconoció a este diario que su amigo se alejó “como si no le conviniera que lo vieran conmigo”, pero nada dijo del dinero que, al parecer, Fernández no le querría pagar.

Desde entonces la oposición al alcalde ha sido enconada a través de la bancada del Concejo que lidera Acuña, cuya casa (la misma que fuera del condenado exgobernador Arana) es el nuevo sitio de peregrinación política departamental. El lunes pasado, el controvertido representante pasó frente al Concejo y, excepto dos, los cabildantes interrumpieron la sesión para salir, uno por uno, a saludarlo.

Acto seguido, acusó de ineficiencia al alcalde y dijo que ha hecho mejor gestión el gobernador Julio César Guerra, quien a sus 80 años y enfermo de alzhéimer, acaba de ser suspendido por la Procuraduría por un período de ocho meses debido a irregularidades en la contratación del negocio del chance, que habrían favorecido a la Gata. Medios locales informaron esta semana que tan pronto termine la prohibición de contratar en época electoral —impuesta por la Ley de Garantías—, la Gobernación de Sucre le dará dos secretarías al grupo político de Acuña como parte de un compromiso para la ejecución de negocios por cerca de $80.000 millones. Del tema tampoco sabe el representante. Ni de los $4.000 millones que, a través de cupos indicativos, fueron adjudicados para la remodelación del parque central del barrio La Selva, en Sincelejo, el mismo en el que él se crió. La obra será ejecutada a través del Instituto de Deportes (Inder).

Esto respondió Acuña al ser confrontado por El Espectador sobre sus peleas políticas, el origen de sus recursos y su cuestionada forma de hacer proselitismo.

¿Por qué le está dando tan duro al alcalde de Sincelejo? Porque es semejante a un Ferrari, pero no arranca. Cuestiona a la administración anterior, pero él ayudó a desordenar la casa, ya que fue concejal durante 20 años. Siendo tan joven y vigoroso ha hecho menos que el gobernador, que tiene 80 años.

¿Cómo va a decir eso, si al gobernador lo acaban de suspender por irregularidades en contratos? Pero lo ha hecho muy bien. Y no voté por él. Tiene dificultades, como todos, pero hay avances en infraestructura hospitalaria y vial. Yo voté por el alcalde de Sincelejo y hoy tengo que pedirles perdón a la sociedad y a mi pueblo por haberle ayudado.

¿Está bravo porque desde octubre el alcalde ya no lo recibe como antes? No. Yo en esa ocasión fui a visitar a mi amigo. Él y yo fuimos amigos mucho tiempo. Yo era visitante asiduo de ese edificio.

¿Y por qué no lo reciben ahora? No sé. En campaña todos somos útiles y después algunos ya no somos tan útiles. Yo no sirvo para ser la cortesana. Soy la esposa o no participo de la unión marital.

Usted es de esos amigos que no todos los políticos reconocen. Hay que ser transparentes y él en eso ha faltado a la verdad, pues en algunos espacios ha sido renuente a reconocer que nosotros lo apoyamos a la Alcaldía.

¿Por qué? No sé de qué tiene que avergonzarse. Soy un ciudadano de bien, decente, vengo de ser la mayor votación del país en Cámara de Representantes, con un acompañamiento político importante, tengo un perfil académico interesante.

También es amigo de la ‘Gata’ y de Juan Carlos Martínez, de quien se decía que manejaba medio país desde la cárcel. Ellos tienen sus responsabilidades penales y son individuales. Que la justicia los judicialice y lleve sus casos hasta las instancias donde tenga que llevarlos. Mi familia es de Magangué y negar que sé quién es Enilce López es una mentira.

Pero usted ha reconocido su amistad... No es que sea amigo de ella. A mí se me ha malinterpretado cuando digo que sé quién es ella, porque ella es de Magangué. Y Juan Carlos Martínez, yo no tengo nada que ver con él.

¿También es equivocado decir que usted inundó de dinero las elecciones en Sucre? Yo soy un hombre humilde, que viene de las clases populares y con lo que tengo me siento satisfecho.

¿Hasta qué punto llegó su relación con Salvador Arana? La honorable Corte Suprema de Justicia tiene la verdad en sus manos. Conocí a Salvador Arana siendo gobernador del departamento de Sucre, en su último año de gobierno, porque yo era miembro del Consejo Superior de la Universidad de Sucre y él presidía ese consejo.

¿Y por eso es el padrino de su hijo? Me endosaron que él era padrino de mi hijo, que se llama Salvador, pero le puse ese nombre porque sobrevivió a una cantidad de complicaciones. No existe partida de bautismo, porque mis hijos no están bautizados.

¿Y tampoco es cierto que vive en la casa que era de Arana? Se la compré al Fondo Nacional del Ahorro a 20 años. No tengo nada que ver si quienes vivieron allí hicieron o no algo.

¿Cuánto valió su campaña al Congreso? Seiscientos y algo de millones. No quiero ser impreciso, pero estuvimos acordes al tope que permite la ley.

¿Esas cuentas incluyen los mercados que repartió en Sincelejo? Yo, la verdad… que se me investigue por eso. No le he dado nada a nadie como contraprestación para que se vote por mí. La gente votó por mí porque cree en un proyecto político nuevo que va con miras a la Alcaldía de Sincelejo y a la Gobernación.

¿Cuántos mercados repartió? Es que yo no doy mercados.

Claro, dio bonos para reclamar mercados… No di ningún bono, ni mercado. Yo, Yahir Acuña, no entregué un mercado.

Bueno, los dio gente de su campaña. ¿Y la plata que regala en Sincelejo? Me estás diciendo que cometí un delito, ¡por Dios!

Estoy preguntando por la plata que regaló. Si ser bondadoso es un delito, pues mea culpa. No puedo ver a un desvalido y si tengo la posibilidad de ayudarle a un enfermo, de dar diezmo de mi salario para las buenas obras o dar limosna, como dice la palabra de Dios... Nuestro papa salió a la plaza en el Vaticano y les dio a los más necesitados sobres con recursos.

¿Y de dónde sacó tanta plata? Si miramos mis cuentas, entre lo que tengo y lo que debo, da negativo.

¿A cuánto asciende su capital? No estoy seguro. Tengo una casa, un BMW modelo 2000. Nada más.

¿A quién va a apoyar en las elecciones presidenciales? El presidente Santos tiene una tarea por terminar. Es la paz y le estamos apostando a la paz.

¿Y es cierto que piensa desde ya en ser usted candidato a la Presidencia de la República? Si uno se mete a la política es para aspirar.

egutierrez@elespectador.com

@elbergutierrezr

Élber Gutiérrez Roa

Por Élber Gutiérrez Roa

Jefe de redacción y editor multimedia desde 2008. Fue editor político en Colprensa, Primerapágina.com, El Espectador, CM& y Semana.com. Ganó los premios de periodismo Rey de España (digital e investigación), SIP, Ipys-Tilac, Simón Bolívar y CPB. Máster en asuntos internacionales y especialista en asuntos políticos de la U. Externado.@elbergutierrezregutierrez@elespectador.com

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