Cuando la Policía se preparaba para inmovilizar un taxi en una calle de Barranquilla, la mujer propietaria del carro evitó que esté fuera enganchado por la grúa poniendo en riesgo su vida recostándose en el capó del mismo, interponiéndose entre la grúa y el carro.
Testigos relataron que los minutos en los que se presentó la siatuación, la comunidad apoyaba a la mujer propietaria del automóvil.
Varios minutos después, se abortó el procedimiento pues la infracción que cometió el conductor del carro, no ameritaba la inmovilización del automóvil.
Por El Espectador
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