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28.496 personas murieron de forma violenta en 2012, 500 menos que el año anterior. La cifra se desprende del informe Forensis 2012 que anualmente elabora el Instituto de Medicina Legal en un esfuerzo por comprender la violencia de una Colombia diversa y heterogénea. Desde ese punto se plantea la posibilidad de entender por qué el país se sigue desangrando y si tal vez la respuesta está en “las raíces en el corazón mismo de nuestra sociedad, en la manera en que los colombianos construimos nuestras relaciones más cercanas, nuestro entorno”.
De acuerdo con el documento, el homicidio sigue siendo la primera causa de muertes violentas con 15.727 decesos, alcanzando el 55% del total, dos puntos porcentuales por debajo de la cifra registrada el año inmediatamente anterior. Los departamentos en los que más homicidios se presentaron fueron Valle con 3.554 asesinatos, seguido de Antioquia con 3.286 y el caso de Bogotá que pese a ser una ciudad tuvo 1283. Los accidentes de tránsito ocupan el segundo lugar en las muertes violentas con un 22% y que dejó 6.152 muertes y 49.537 lesionados. Para el director de Medicina Legal Carlos Valdés, dijo que esta cifra se debe, en parte, a la crudeza del invierno. “Los accidentes de tránsito aumentaron por la situación climática del 2012. Las vías nacionales tampoco son la perfección y con el invierno facilitaron que se presentaran pérdidas y lesiones”, precisó Valdés al señalar que hay poca gestión en nivel de prevención y corrección para conducir en carreteras, hechos que engrosaron la cifra de víctimas mortales.
No obstante, superado el invierno, los accidentes de tránsito siguen aumentando. Desde el primero de enero hasta el 27 de julio de 2013 se registraron 253 muertos y 1.084 personas lesionadas, según cifras de la Policía. Esta misma entidad señala que las regiones con mayor número de accidentalidad durante el periodo analizado fueron Nariño: 82 catástrofes, 30 muertos y 80 heridos; Bogotá: 91 accidentes, 22 muertos y 72 personas lesionadas.
En cuanto al total de muertes violentas (que incluyen las accidentales, 10%; de tránsito, 22%, suicidios, 7% y violencia de causa indeterminada, 6%) los cinco municipios que reportaron las mayores tasas fueron Remedios, Segovia y Vegachi, en Antioquia, Granada en Cundinamarca y Puerto Gaitán, en Meta.
El informe también llama la atención sobre la situación del Valle del Cauca, departamento en donde “desde hace unos años más homicidios se presentan”. Precisamente, el defensor del Pueblo Jorge Armando Otálora se ha manifestado varias veces sobre la difícil situación de derechos humanos que se registra en la región. En su última visita, el mes pasado, Otálora manifestó que la situación empeora con el paso del tiempo y que los índices de violencia siguen en ascenso.
De acuerdo con el Forensis, el año pasado la tasa de muertes violentas en este departamento fue de 107,99. Se destacó Buenaventura, municipio donde hay dos bandas criminales en guerra –Los Rastrojos y La Empresa– con una tasa de violencia interpersonal por cada 100.000 habitantes de 118,53, mientras que la de muertes violentas fue de 62,32.