Dell señaló que unas 500 personas serán despedidas de forma inmediata, mientras que las 600 personas restantes permanecerán en sus puestos hasta el verano. La compañía solo retendrá 100 empleados en funciones de apoyo a la división de ventas.
“La decisión de cerrar Dell Ottawa ha sido difícil. Haremos todo lo posible para ayudar a nuestros empleados y nuestros socios en la comunidad a través de esta transición” , afirmó Michael Jaillet, responsable de Dell en la capital canadiense.
Dell dijo que los empleados que pierdan sus puestos recibirán ofertas para otros trabajos o indemnizaciones así como ayuda para encontrar otro empleo.
En enero, Dell ya anunció el cierre de otro centro canadiense de asistencia telefónica en la ciudad de Edmonton lo que forzó el despido de 900 personas. Al mismo tiempo, la empresa canceló sus planes de expansión en el país que podían haber creado 1.200 nuevos empleos.