Luis Carlos Villegas, presidente de la Andi, reveló este martes los resultados de la última encuesta industrial, que muestra las cifras del comportamiento de este sector en los primeros tres meses de 2008.
El estudio muestra que la economía, aunque sigue creciendo, ya percibió los primeros síntomas de desaceleración, influenciada por la menor utilización de la capacidad instalada y la percepción de tener un menor y óptimo clima de negocios. Esta situación ha hecho que la actividad industrial de haya deteriorado levemente, si se compara con su desempeño en los dos últimos años.
La industria, según la encuesta, creció en el primer trimestre de 2008 0,7 por ciento, mientras que las ventas totales se mantuvieron en los mismo niveles del año pasado, aunque las ventas en el mercado interno subieron 1,6 por ciento.
Villegas explicó que están cifras evidencian la desaceleración en sectores como el comercio, la energía y el sector financiero, aunque explicó que en el estudio hay una distorsión estadística, pues este año la Semana Santa se presentó en marzo, mientras que en 2007, fue en abril. Por esta razón, habrá que esperar al balance final del cuatrimestre para ‘cuadrar caja'.
La Andi sostuvo que la desaceleración en la industria nacional se debe a cuatro factores definitivos: las políticas del Banco de la República, que inicialmente subió las tasas de interés y luego las dejó quietas; la revaluación del peso; los problemas políticos del país y la huelga en la mina de níquel de Cerro Matoso.
Sobre el primer punto, Villegas aseveró que al Banco de la República “se le fue la mano” con las tasas de interés e instó al Emisor a que baje las mismas para facilitar aún más el crecimiento económico del país.
“Ya el Banco de la República logró su cometido de reducir el crecimiento económico del país, así que es hora de que revise su política y tenga en cuanta pronósticos de expertos que han demostrado que la recesión económica no va a ser tan fuerte como se preveía. Yo creo que el potencial de crecimiento de la economía colombiana es mayor que lo que dice el Banco de la República y ese debe ser el debate de fondo”, sostuvo Villegas.
Los sectores más afectados con la valorización del peso frente al dólar fueron textiles y confecciones y calzado, pues ya no se recibe lo mismo por las exportaciones y adicionalmente los productos importados se abarataron en el mercado doméstico.
De los 22 sectores encuestados, nueve de ellos registraron signos negativos en la producción y en las ventas, en los primeros tres meses de 2008.Los mayores problemas a los que se debe esta situación son la tasa de cambio y los precios de materias primas.
El clima de los negocios también registró un leve descenso. Mientras en 2007, el 71 por ciento de los empresarios calificaba la situación como buena, en marzo de este año, sólo el 64,6 por ciento piensa de esta manera. Adicionalmente, el 36 este año, el 36 por ciento de los empresarios tiene buenas expectativas para su fututo inmediato, en 2007 ese ítem se ubicó en 40,3 por ciento.
Las principales inversiones que harán los industriales en sus empresas serán la modernización tecnológica (49,5 por ciento), ensanche de planta (46,2 por ciento) y reposición de equipos (36,6 por ciento).
La inversión extranjera directa, según la Andi, en 2008 se ubicará en doce mil millones de dólares, de los cuales la mitad se irá al sector de energía y minería, y la otra mitad en los demás sectores de la economía nacional.
Sobre el empleo, Villegas aseguró que no habrá una “masacre laboral” en la industria y que si bien algunos sectores, como textiles, han dejado entre 15 y 17 mil desempleados como consecuencia de la revaluación del peso, “el neto del empleo sigue creciendo y en el caso del empleo industrial, éste se ha elevado en 1,5 por ciento, que es muchísimo si se compara con otros países”.
Además de la modificación en la política de definición de las tasas de interés, la Andi le pidió al Gobierno bajarle al gasto público y el endeudamiento, para generar en poco tiempo un efecto positivo en la tasa de cambio, aún más cuando se decidió ‘pesificar’ la deuda externa, que “obviamente presionará la tasa de interés, por una mayor demanda de créditos”.