Los miembros de la Asociación Nacional de Gobernadores, que concluyen su reunión invernal de tres días, discutirán con Obama la forma en que se usará el programa de estímulo económico de 787.000 millones de dólares, promulgado la semana pasada por el presidente.
La mayoría de los 22 gobernadores republicanos se ha mantenido a la espera de ver en qué forma opera el plan económico de Obama, pero una minoría de ellos ha expresado oposición enérgica a los aumentos de impuestos y de los gastos en programas gubernamentales.
"Aunque el programa de estímulo es un primer gran paso queremos manifestarle al presidente que es sólo un primer paso" , dijo a la televisión el gobernador de Pensilvania, Ed Rendell, quien preside la asociación.
"Necesitamos un plan para el futuro, para los próximos cinco a diez años", agregó. Fuentes de la Casa Blanca han indicado que durante la reunión con los gobernadores Obama podría anunciar la designación del ex agente del Servicio Secreto, Earl Devaney, como director de una junta que supervisará el uso de los 787.000 millones de dólares aprobados en el Congreso con el respaldo de solo tres senadores republicanos.
Obama convocó para este lunes, también en la Casa Blanca, una conferencia sobre responsabilidad fiscal en la que participan legisladores de ambas cámaras del Congreso y de ambos partidos.
Igualmente, acudirán representantes de grupos que nunca antes se reunieron en la misma sala, desde fundaciones de beneficencia a la Asociación Estadounidense de Hospitales, grupos conservadores como el Instituto Empresarial y la Fundación Heritage, y coaliciones de sindicatos.