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2011: el reto electoral

Colombia se enfrenta a un proceso electoral bajo las mismas reglas que en el reciente pasado permitieron irregularidades.

Andrea Forero Aguirre
21 de febrero de 2011 - 08:36 p. m.

Si bien a la hora de hablar del tema diversos sectores coinciden en que hay que mejorar las condiciones tecnológicas para evitar fraudes como la suplantación, la trashumancia o el delito tipo pianista, una conclusión general es que ello no sería la solución definitiva para garantizar un proceso transparente.

¿La razón? Existen aún intensas presiones de grupos armados ilegales al elector en las regiones y debates como la depuración o no del censo electoral siguen sin resolverse. Según la reglamentación de la Reforma Política,  el plazo para implementar el sistema de voto electrónico en Colombia vence en 2014. El ministro del Interior y de Justicia, Germán Vargas Lleras, está de acuerdo con la incorporación de esta medida tecnológica, pero fue claro en decir que “poca importancia tiene el voto electrónico donde los grupos ilegales pretenden tomarse el proyecto político”.

Durante un foro realizado la semana pasada, el ministro recordó que en 300 municipios del país donde hubo fraude en las pasadas elecciones legislativas, nuevamente se tiene detectada la presencia de grupos ilegales y llamó a los partidos a extremar sus medidas. Su otra propuesta es el estudio de la depuración del censo electoral, conformada por quienes votaron en los pasados comicios, los que tienen cédula y los que se inscriban. Vargas Lleras reveló que en la actualidad se adelantan consultas con los partidos, con el fin de llevar al Congreso y sacar adelante una reforma integral al Código Electoral: “No hemos renunciado a esa posibilidad. Se ha intentado cinco veces y ninguna ha llegado a feliz término”.

El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Juan Pablo Cepero, advirtió que el problema de la suplantación ha sido grave y va a ser peor. Pese a la decisión de poner las huellas dactilares en las actas, que contribuyó a prevenir la suplantación, hubo casos donde las identificaciones dactilares quedaron mal hechas: “Por ejemplo, a las personas de la tercera edad se les han borrado  y en algunas mesas, los jurados de votación ponían ilegalmente hasta el 50% de las huellas. En resumen, la gente ya sabe cómo burlar esta medida”. La sugerencia de Cepero es el sistema biométrico como “la solución más avanzada que se puede tener”.

La biometría es el reconocimiento único de humanos, basados en uno o más rasgos conductuales o físicos intrínsecos. En este caso sería el reconocimiento de las huellas dactilares. En contraste, el voto electrónico puede incluir tarjetas perforadas, sistemas de votación mediante escáneres ópticos y quioscos de votación especializados.

El Registrador Nacional, Carlos Ariel Sánchez
, también se mostró a favor del sistema biométrico porque, a su juicio, el voto electrónico se debe implementar siempre y cuando se cree un sistema compatible, pues el que existe fue hecho para el papel. “Creo que el debate está abierto y es inconcebible que en 2014 no sea una realidad”, agregó.

El ex ministro del Interior Carlos Holguín, recordó que recientemente la votación en el Valle del Cauca creció un 800% y a pesar de que se pidió un muestreo al CNE para establecer las razones que dieron origen al exagerado incremento, esto nunca se logró. “Ojalá estas situaciones se superen con la identificación biométrica”, dijo.
Una de las preocupaciones que planteó Holguín es buscar la fórmula para garantizar que el voto sea secreto, pero bien registrado, pues algunos sistemas de voto electrónico entregan un volante de votación en el que queda registrada la elección de la persona. Sin embargo, en Colombia,  dice Holguín, “eso sería gravísimo y se podría convertir en una factura de compra del voto”.

La directora del Programa para las Américas del Centro Carter, Jennifer McCoy, concluyó que algunos problemas de Colombia no tienen solución tecnológica como es el caso de la interferencia de grupos armados. Pero a la hora de adoptar un sistema moderno de votación, lo más importante es hacer una buena campaña de pedagogía. “Bolivia y Venezuela escogieron un sistema biométrico. Yo creo que si ya existe la cédula con huella capturada, hay ya una solución tecnológica que puede ayudar”, agregó McCoy.

Por Andrea Forero Aguirre

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