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“Al final, es el pueblo el que decide”

La senadora Doris Vega, copresidenta de uno de los partidos más cuestionados por la entrega de avales, dice que los ataques vienen de los partidos tradicionales.

Redacción Política
18 de agosto de 2015 - 02:27 a. m.
La senadora Doris Vega, copresidenta de Opción Ciudadana. / Archivo particular
La senadora Doris Vega, copresidenta de Opción Ciudadana. / Archivo particular

¿Cómo les fue con la entrega de avales?

Logramos una importante vinculación de gente en todo el país. Más de 12.000 personas solicitaron el aval para las diferentes corporaciones y finalmente entregamos un total de 10.087: ocho propios y tres en coalición a gobernaciones, 316 propios y 53 en coalición a alcaldías, 312 a asambleas, 8.450 a concejos y 945 a juntas administradoras locales.

¿Y a qué le apuestan?

Nuestra meta es tener una importante representación y ganar espacios de poder en los niveles locales y departamentales. El país cree en partidos alternativos como el nuestro y vamos a demostrarle a Colombia que Opción Ciudadana es un partido serio, estructurado, organizado, con militantes transparentes y capaces de gobernar.

Hay quienes dicen que ustedes se han convertido en una fábrica de avales y en un escampadero de candidato polémicos…

Son cuestionamientos que surgen dentro del desarrollo de las contiendas electorales y que obedecen más a la confrontación política. La reforma política de 2009 y la Ley 1475 definieron los criterios para dar avales. Muchas veces no se acude a los argumentos y las propuestas sino a la estigmatización y al desprestigio. Eso debe cambiar y parece que el pecado que cometimos fue crear nuestro partido sin pedirles permiso a los que siempre han ostentado el poder en Bogotá.

¿A quién se refiere exactamente?

Lo que pasa es que causamos escozor en los partidos tradicionales al irrumpir como una nueva fuerza política que llegó a disputarles el poder. Al ganar espacios y quitarles a ellos se crea rivalidad, y eso es lo que ha llevado a que nos estigmaticen y hagan críticas frente a la entrega de avales, cuando ellos tienen más gente cuestionada en sus filas. Pero nosotros sabemos que es el pueblo el que finalmente decide quiénes deben gobernar.

Pero incluso en el interior de Opción Ciudadana hubo críticas por el aval que se le dio, por ejemplo, a Milene Jaraba para la Gobernación de Sucre, esposa del exrepresentante Yahir Acuña…

No hay ningún misterio. Es una mujer joven que renunció como diputada para aspirar. No ha tenido dificultades políticas, ni jurídicas, ni fiscales. Para nosotros es la punta de lanza para demostrar que las mujeres tenemos la capacidad de ganar espacios de participación y estamos preparándonos cada día para gerenciar y administrar, no sólo un municipio o un departamento, sino también, por qué no, la Nación. Lo único que buscan con esta controversia es desprestigiar a quien ha demostrado compromiso y responsabilidad y tiene una trayectoria política que no es cuestionable.

Y dicen que Yahir Acuña llegó a mandar en el partido…

Eso es lo que dicen quienes quieren cerrarnos los espacios. Buscan crearnos ese clima de cuestionamientos y se han dedicado a atacarnos. Los ciudadanos tienen derecho a llegar a un partido como el nuestro, creado desde la región, pero que hoy hace presencia a nivel nacional.

Otra decisión polémica fue el aval a Didier Tavera en Santander, lo que implica hacer alianza con quien ha sido uno de sus más duros rivales políticos, Horacio Serpa…

Conocemos a Didier Tavera desde hace mucho tiempo. Fue nuestro candidato hace ocho años, cuando Serpa ganó la Gobernación. Ha demostrado con sus propuestas y su carisma que es un hombre que le llega mucho a la gente. Como servidor público nunca tuvo cuestionamientos ni acusaciones que hagan que ahora no debamos apoyarlo.

Un apoyo que implica partir cobijas con el coronel (r) Hugo Aguilar, su aliado en el pasado...

Los Aguilar tienen dos candidatos, y si no se han puesto de acuerdo entre ellos es muy difícil acompañar una propuesta.

En La Guajira avalaron a Pablo Parra para la Alcaldía de Albania, exesposo de Oneida Pinto, candidata a la Gobernación por Cambio Radical, y vinculado a un asesinato...

En el tema de la entrega de avales nos remitimos a lo que dice la ley y pusimos los nombres a consideración de la Ventanilla Única del Ministerio del Interior, que fue como el filtro para ver si los candidatos tenían dificultades. En este caso, él no aparece con problemas ante la ley, y por eso se le dio el aval. Sin embargo, vamos a mirar qué ocurre para tomar decisiones.

¿Por qué hay gente que dice que en Opción Ciudadana los avales se entregan al mejor postor y que hasta se paga por ellos?

Pues si tienen las pruebas que las muestren y pongan la denuncia. Ahí están las entidades encargadas de hacer las investigaciones y tomar los correctivos. Este es un partido reconocido en el país, con una trayectoria de 18 años, y en muchas regiones el pueblo nos ha acompañado. Esos ataques hacen parte de la dinámica política y son talanqueras que nos quieren poner, pero aquí lo importante es que cumplimos con los requisitos de ley. Sería muy irresponsable de nuestra parte entregar o vender avales a la topa tolondra, sabiendo que eso después se vendría en contra.

¿Es verdad que su esposo, el exsenador Luis Alberto Gil, es quien tiene la última palabra en el partido?

No es cierto. Nosotros tenemos unos estatutos que son los que rigen el partido. Hay unas direcciones municipales, departamentales y un comité ejecutivo nacional, que es el que define la política de avales. Los líderes en cada una de las regiones son los que sugieren los candidatos a partir de trabajo, liderazgo y compromiso de la gente.

¿Por qué renunció el representante Ricardo Flórez al partido?

Él tomó la decisión de apartarse de Opción Ciudadana porque está dedicado a acompañar la propuesta de Holguer Díaz a la Gobernación de Santander.

A Opción Ciudadana siempre lo han mirado como el hermano “ilegítimo” de la Unidad Nacional. ¿Cómo están hoy las relaciones con el Gobierno?

Estamos acompañando los proyectos que creemos que benefician al país, como por ejemplo en el tema de la paz. Al fin de cuentas somos un partido hijo del proceso que se hizo en su momento con varios grupos insurgentes, como el M-19, el Quintín Lame y el Epl. Producto de ello fue esa gran apertura democrática que se plasmó en la Constitución de 1991. Mal haríamos en no apoyar la paz con las Farc, algo tan necesario después de tanta violencia.

Por Redacción Política

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