En un comunicado, el viceministro británico de Asuntos Exteriores, Kim Howells, no ocultó la preocupación por una nota divulgada por la Federación de Sindicatos de Colombia que indica que veintidós sindicalistas han muerto en el 2008.
"La situación para los sindicalistas, defensores de los derechos humanos, y de otros colombianos continúa siendo muy seria", señaló Howells.
"Pido al Gobierno de Colombia que haga todo lo posible por asegurar que la gente valiente de Colombia que hace esfuerzos por proteger los derechos humanos pueda hacer su vital trabajo de manera segura y sin temor", puntualizó el viceministro.
Los responsables -agregó- de "amenazas, violencia y asesinato deben ser perseguidos y deben rendir cuentas".