El Canciller señaló que mientras que las relaciones con Venezuela se han normalizado formalmente, de Ecuador y Nicaragua no se han recibido notas oficiales para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas.
La Cancillería venezolana envió una nota en buenos términos a Colombia y retornó su personal diplomático a Bogotá. Ahora sólo esperan la presentación de la solicitud de beneplácito para el nuevo embajador. A su vez, el Gobierno colombiano confirmó que Fernando Marín seguirá siendo su representante en el vecino país.
Araújo enfatizó que tras los últimos acontecimientos, el gran reto de la Cancillería será tratar de conseguir el acompañamiento de toda la región en la lucha contra el terrorismo.
“Especialmente trabajaremos por tener mecanismos efectivos para la aplicación de las resoluciones de la ONU y la OEA”, enfatizó el ministro de Relaciones Exteriores, agregando que el Gobierno espera ahora se recoja la información sobre los acontecimientos sucedidos en la frontera con Ecuador “y se reúna también información sobre los múltiples ataques de los terroristas de las Farc desde ese vecino país contra las Fuerzas Armadas colombianas”.
El Canciller se defendió además de quienes lo acusan de “falta de firmeza” en la labor diplomática de Colombia. “Las cancillerías acostumbran a usar unos términos que quizás sorprenden a algunas personas, que no están habituadas al mundo diplomático. Aquí lo importante es la firmeza en la defensa de los principios más allá de la forma como se redacten los comunicados”, enfatizó.
La Comisión Segunda, reunida en privado con Araújo, le insistió en el interés de sacar adelante la ley de fronteras, el proceso de reestructuración de la Cancillería y la política integral migratoria.