Un Congreso ausente

La reforma política concentró el debate en este período legislativo, pero se descuidaron otros temas más relevantes.

Andrea Forero Aguirre
17 de mayo de 2008 - 07:50 p. m.

Las repetidas imágenes de “sillas vacías” en el Congreso de la República revelan que esta legislatura tuvo serios tropiezos para sesionar. No se trata sólo del tradicional ausentismo de años pasados. Se sumaron la crisis de la parapolítica, con 68 involucrados, y la búsqueda de una solución a través de la reforma política, que muchos dan por muerta, pero que aún concentra los mayores esfuerzos. A un mes de terminar el período legislativo, ¿qué pasó con el Congreso?

Desde el 20 de julio de 2007 se han presentado en el Senado 296 proyectos de ley, el más sonado es la reforma política, que todavía no ha sido debatida en la Comisión Primera de Senado. En la Cámara de Representantes se radicaron 311 iniciativas, este semestre se han aprobado 28, incluida la reforma.

La presidenta del Senado, Nancy Patricia Gutiérrez, quien afronta investigación preliminar, dijo que esta legislatura fue tiempo perdido. “Ha sido lamentable la situación del Congreso. Ha habido dificultades tanto por la parapolítica como por los discursos radicales que se generaron y que no permitieron avanzar en la discusión de grandes temas que tiene el país”.

Por eso, es consciente de que el Legislativo está en deuda y debe  sacar adelante temas trascendentales como la solución del narcotráfico a futuro, la situación de las víctimas de la violencia y las propuestas de productividad e infraestructura, que dan paso a importantes debates de control político: “Espero que en la siguiente legislatura saquemos adelante las reformas que están pendientes”.

En eso coincidió la oposición. El senador Héctor Helí Rojas, del Partido Liberal, criticó lo mal que resultó la tarea del Congreso en los diferentes escenarios. Le duele la parálisis que desató la parapolítica, circunstancia que dificultó conformar el quórum en comisiones como la Primera, donde varios congresistas están impedidos.

Lo avergüenza la imagen negativa de los parlamentarios quienes, según el parlamentario, después de las Farc tienen la opinión pública más desfavorable del país.

Se siente limitado para sacar adelante la reforma política, único medio que, según él, castiga a los partidos y a sus integrantes, y que  amenaza con  hundirse.

“Estos meses han sido un desastre. El Congreso está herido gravemente y se va a hundir mucho más al no aprobar la reforma política y cuando salgan a la luz nuevas investigaciones de parapolítica”, sostuvo.

Con la inminencia de más capturas y nuevas investigaciones, en los pasillos del Congreso se respira un ambiente de temor y tensión, por saber quién será el próximo.

Esa situación tiene de manos atadas al Legislativo, según la interpretación del senador de Convergencia Ciudadana Samuel Arrieta, para quien, a consecuencia de tal circunstancia, queda un balance muy regular de un periodo donde, asegura, faltó liderazgo de la mesa directiva en comisiones y en plenaria.

El senador de Cambio Radical Antonio Guerra de la Espriella resaltó que la plenaria de la corporación resultó más afectada que las comisiones de esa célula legislativa. “Las comisiones son más autónomas, tienen un sentido de pertenencia más alto y mejor entendimiento en la mesa directiva. En cambio, la televisión obra en contra de los proyectos en la plenaria, porque allí la prioridad se vuelve el protagonismo y no deja avanzar otros temas”.

La ley de segunda vivienda, la regulación de los juegos de azar y la reforma financiera son algunos de los proyectos que Guerra de la Espriella esperaba fueran aprobados en esta legislatura.


Primero legitimidad

Para otros parece que no había opción diferente a concentrarse en el acto legislativo. “Creo que no se presentaron proyectos muy importantes en esta legislatura, salvo la reforma política, aunque todavía no conozcamos si va a ser aprobada o no”, dijo la senadora del Partido de la U Gina Parody.

Para ella, la prioridad es tratar de desvincular la política de la ilegalidad. Por ejemplo, las más de 30 detenciones a congresistas las califica como una derrota a la presencia del paramilitarismo en el Legislativo.

En el mismo sentido se pronunciaron los senadores del Polo Democrático Gustavo Petro y Parmenio Cuéllar, para quienes la crisis de legitimidad merece toda la atención hasta encontrar una solución.

En Cámara, otro ambiente

Contrario a las opiniones anteriores, quien sí se siente al día con su labor es el presidente de la Cámara de Representantes, Óscar Arboleda, quien, sin embargo, no desconoce que el escándalo de la parapolítica provocó cierta tensión. “Siempre las cosas pueden resultar mejores, pero la reforma política la evacuamos rápidamente y estamos bien porque tenemos pendientes 16 proyectos esta semana”.

Recordó que ya fueron aprobados: además de la reforma, el derecho a la huelga, la regulación de las precooperativas (relacionado con el TLC), el Convenio de Estocolmo para la regulación de desechos peligrosos, entre otros.

Algunos de sus compromisos para la semana que comienza tienen mensaje de urgencia: la reforma financiera y la electoral, que muchos califican como el salvavidas o el Plan B en caso de que no se apruebe la reforma política.

El ritmo al cual avanzó la Cámara se explica, según el representante Roy Barreras, en la menor vinculación de sus integrantes con la parapolítica: “La reforma llamó el 80 por ciento de la atención, porque es una prioridad. Sería una pena que después de salvarla en Cámara se muriera en Senado. Eso sería la prueba de que allá están más heridos”.

El representante Simón Gaviria dijo que si bien la reforma política merecía toda la importancia, no se pueden descuidar los problemas que los ciudadanos del común requieren que sean resueltos.

A 33 días de terminar el período legislativo, la preocupación que inquieta a algunos, como al senador liberal Camilo Sánchez, es que los proyectos pendientes se definan “a pupitrazos” sin saber realmente qué se aprobó. Lo cierto es que el escándalo de la parapolítica impactó negativamente las actividades legislativas, razón por la cual a lo largo de la legislatura se escucharon varias propuestas, entre otras, el adelanto de las elecciones y la revocatoria del Congreso, a las cuales el presidente Uribe se opuso.

¿En qué va la reforma política?

El pasado 12 de mayo, Nancy Patricia Gutiérrez, presidenta del Congreso, reveló que se realizará una cumbre extraordinaria para analizar los alcances de una reforma política al sistema electoral.

La reforma Constitucional que está tramitando el Congreso ya pasó por seis debates pero parece ser que está por hundirse en la penúltima votación. Gutiérrez aseguró que “si las sanciones a los partidos que están previstas allí fracasan se recogerán en un capítulo especial para ser introducido en una reforma electoral”. Dicha reforma prevé, entre otras cosas, que si un partido tiene la mitad de los senadores o representantes a la Cámara investigados, el partido en cuestión perderá la personería jurídica.

 De acuerdo con la agenda Legislativa del Congreso, para el jueves 22 de mayo, a las nueve de la mañana, se tiene previsto tratar el tema del Proyecto de Acto Legislativo para la reforma, en segunda vuelta.

Por Andrea Forero Aguirre

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