El jurado decidió otorgar el premio al presidente colombiano por sus esfuerzos en pro de la libertad y su abierta oposición a situaciones terroristas que la menosprecian, privando de su legítimo derecho a la misma a todas aquellas personas secuestradas por grupos, denominados terroristas.
Valoró singularmente la labor de Uribe, quién, al frente de su gobierno y de las Fuerzas Armadas y de seguridad, "está contribuyendo a la erradicación de esta lacra del terrorismo con constancia y corazón grande, sin cesión a presiones, buscando conseguir la paz para sus conciudadanos en una firme determinación que defiende el estado de derecho y la libertad en su país".
La I edición del Premio a la Libertad nace con el fin de rendir homenaje a las personas o instituciones públicas o privadas que se hayan caracterizado por la profundización, difusión y extensión de la Libertad en el ámbito iberoamericano, y con la vocación de mantenerlo más allá del año 2012, fecha del bicentenario de la Constitución de 1812.