El dirigente de Polo Democrático dijo que la demanda en su contra por pérdida de la investidura fue un complot orquestado por el candidato que lo secundada en la contienda electoral de 2003, en busca de la curul que él le ganó popularmente.
Direcciones falsas y números de identificación de la misma naturaleza fueron las que aportó el supuesto demandante que, según Moreno, actuaba como "testaferro" de quien realmente estaba interesado en hacerlo caer.
"La dirección que aparecía en el expediente era de un prostíbulo que quedaba en La Alameda", indicó el cabildante, tras notificarse de la decisión del Consejo de Estado de mantenerle la investidura.
Aseguró que su caso pone en evidencia los vacíos que sobresalen del actual régimen de inhabilidades, pues abre las puertas a que los candidatos que perdieron las elecciones, busquen quedarse con las curules de quienes obtuvieron sus nombramientos por vía electoral, a través de demandas sin fundamento.
Según estadísticas aportadas por el mismo cabildante, en los últimos 12 años se han reportado 70 demandas de pérdida de investidura en contra de concejales, de las cuales sólo dos, las de Javier Lastra y Jairo Calderón han prosperado.
Hipólito Moreno recordó el drama personal que lo ha embargado desde el momento en que fue notificado de la acción que interpusieron en su contra y que, 60 meses después, ha sido desestimada, por decisión del Consejo de Estado.
"Estoy muy satisfecho, pero también muy preocupado de esta tragedia que ha sido vivir siete años en unas condiciones muy difíciles, porque es que lo que la gente no sabe y os jueces a veces no entienden es que mi hermana cuando se lanzó al congreso sufrió un derrame cerebral (...) Esa campaña me dejó varias tragedias", sostuvo.
Finalmente, dijo que es inaudito que se juzguen ese tipo de conductas y no se castigue como es debido a quienes han recibido dineros de paramilitares y han incurrido en actos de corrupción.