El canciller brasileño, Celso Amorim, afirmó que Estados Unidos debería ser más franco en sus relaciones con América Latina y citó específicamente la falta de transparencia con respecto a la situación en Honduras y a las bases militares en Colombia.
"Es necesaria más franqueza en la relación entre Estados Unidos y América Latina y el Caribe. Debo decir que a veces los altos cargos del gobierno estadounidense ni se enteran de ciertos hechos, como las bases en Colombia y la Cuarta Flota", afirmó Amorim en una entrevista publicada este viernes por el diario O Globo.
"En algunos casos debería haber más transparencia. Son ejemplos las bases militares en Colombia y la situación en Honduras, en la que se demoró en hacer presión sobre los golpistas", agregó el ministro brasileño de Relaciones Exteriores.
Amorim aseguró que Brasil aún considera insuficientes las garantías presentadas tanto por EEUU como por Colombia de que el acuerdo para que militares estadounidenses utilicen bases en el país andino se restringirá a operaciones en el territorio colombiano.
"Está claro que aunque se den todas las garantías queda alguna incomodidad. No puedo decir que estoy satisfecho. Si su vecino acumula un arsenal, uno se preocupa. Este es un asunto que no murió. Las conversaciones tendrán que continuar", afirmó.
El canciller brasileño añadió que, además de las garantías formales presentadas por Colombia, la secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton, envió dos cartas también con aclaraciones, lo que desmiente las versiones de que "EEUU no le dio importancia a las reclamaciones de los vecinos".
El ministro agregó que, si las dos partes lo solicitan, Brasil está dispuesto a ayudar a buscar un entendimiento entre Colombia y Venezuela, cuyas relaciones se complicaron como consecuencia del acuerdo colombiano con Estados Unidos.
"Pero para intermediar es necesario que exista el deseo de los dos lados. Desgraciadamente, no estoy percibiendo ese deseo. Cada uno tiene sus razones y señala sus motivos. En el momento en que haya disposición, Brasil estará listo para ayudar", dijo.
Respecto a la razón por la cual Brasil es tan incisivo para defender la democracia en Honduras pero no lo es tanto para exigírsela a países como Cuba e Irán, Amorim dijo que, por ser miembro de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Gobierno hondureño asumió compromisos que pueden ser exigidos por el brasileño.
"En el caso de Honduras hubo un golpe de Estado, con militares sacando al presidente con la escopeta en la cabeza. En América Latina tenemos un trauma con ese tipo de situación. Honduras suscribió la carta de la OEA y tiene obligaciones que Irán no tiene para con nosotros. Hubo una posición unánime de la OEA condenando el golpe", afirmó.
El ministro justificó de nuevo la decisión de Brasil de acoger al depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, en la embajada brasileña en Tegucigalpa, y admitió que tal situación abrió la posibilidad de un diálogo que finalmente no avanzó.
"Zelaya llegó a nuestra embajada sin haber sido invitado, pero llegó como presidente legítimo. La protección fue reconocida por todos. Su llegada a la embajada acabó creando las condiciones para el diálogo, pese a que no salió el resultado que esperábamos", dijo.
Amorim negó que el Gobierno estadounidense se hubiese molestado por la decisión brasileña de recibir al presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, cuestionado por supuesto fraude en las elecciones y por insistir en un programa nuclear sin la supervisión del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
Agregó que, aunque Clinton no le manifestó malestar alguno, parece que es incómodo para otros países que Brasil "haga las cosas sin pedir licencia".
"Fue así con Siria y con Libia. Si Brasil actúa por su propia iniciativa, incomoda a los intermediarios de la dependencia", afirmó.