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Una visita a las volandas realizó una comisión del Gobierno, acompañada de un grupo de senadores, a la Zona Veredal Transitoria de Playa Rica- Yarí, donde cerca de 270 guerrilleros de las Farc están concentrados y listos para dejar las armas y dar el salto a la vida civil.
A este alejado territorio, ubicado en los límites de los departamentos de Meta y Caquetá, se trasladaron el comisionado de paz, Sergio Jaramillo; el gerente de las zonas veredales, Carlos Córdoba, y el secretario general de la Presidencia, Luis Guillermo Velez. Por parte del Congreso, y encabezado por su presidente Mauricio Lizcano, esdtaban los senadores Iván Cepeda; Carlos Fernando Galán; Antonio Navarro y Rosmery Martínez, además del representante de Voces de Paz, Pablo Cruz.
El objetivo del viaje era hacer un ejercicio de micro-gerencia para establecer el avance de las obras de construcción de la Zona Veredal, así como conocer la situación en que se encuentran los miembros de la guerrilla, que en poco más de tres meses habrán cambiado las armas por la palabra.
Pero el panorama definitivamente no es el mejor. La Zona Playa Rica-Yarí, según Córdoba, es una de las que se encuentra en avance medio en sus obras de adecuación. Eso quiere decir, en plata blanca, que las áreas comunes están a medio construir, aún no hay agua ni luz, y no tienen disponibilidad de atención médica, más que en el pequeño hospital de La Macarena, que requiere de un recorrido de cuatro horas en carro.
"En honor a la realidad, hay que decir que vivíamos mejor antes. No nos faltaban los útiles de aseo, ni la ropa o los medicamentos, pero entendemos que este es un proceso, que el Estado tiene que cumplir con requisitos legales para suministrarnos lo que necesitamos, para construir las obras. Así que lo que nos mantiene firmes es la indeclinable voluntad de paz", expresó "Evelio", un guerrillero con más de 20 años en las filas de las Farc, quien ya hizo entrega de su arma, pues pertenece al Mecanismo Tripartito de Monitoreo y Verificacion.
"Nuestra preocupación es que se cumpla con las garantías de seguridad de todos los integrantes y que en verdad se abran espacios de participación política. Porque hemos venido recibiendo información de que las zonas que dejamos las están ocupando o bien las disidencias o bien grupos paramilitares y del Eln" agregó.
Del otro lado, los miembros del Ejército Nacional y de la Policia, que están ofreciendo la seguridad en las zonas de concentración, también aseguran tener un compromiso con la paz. Y así lo explicó el general del Ejercito Jorge Humberto Jerez: "350 soldados estamos concentrados en cumplir una misión en esta zona: garantizar la seguridad a las personas que están pasando a la legalidad. Tenemos uniformes distintos para cambiar el chip de la guerra. Estamos convencidos de este proceso. Vemos con esperanza lo que está ocurriendo".
En este mismo sentido se expresó el comisionado Sergio Jaramillo, quien consideró que el país no es consciente del esfuerzo que está haciendo la Fuerza Publica y la institucionalidad para ofrecer un espacio adecuado y seguro para el tránsito de las Farc a la vida civil.
En conclusión, el proceso de dejación de armas se inició; las Farc están concentradas en su totalidad y a la espera de que el Gobierno cumpla con la adecuación de las zonas veredales y con el combate de las fuerzas que amenazan la estabilidad del Acuerdo, además de que se ponga en marcha la aplicación de la Ley de Amnistía e Indulto, que se aprobó hace ya dos meses.