Mañana empieza el mandato de los nuevos alcaldes y gobernadores del país, quienes, a pesar de tener sus propias propuestas planteadas en los planes de desarrollo, llegan en una coyuntura especial: los vientos de paz que soplan cada vez con más fuerza en el país por cuenta de los avances en la negociación entre el Gobierno y las Farc y la posibilidad de que se anuncie, en pocos días, el inicio de los diálogos con el Eln. Por eso se habla de los gobernantes del posconflicto.
La mayor parte de los eventos de posesión se realizará mañana, pero algunos alcaldes y gobernadores prefirieron madrugar a los actos y de ese modo evitar que se crucen con las fiestas de fin de año. Así lo hizo el nuevo mandatario de Boyacá, Carlos Amaya, quien programó su posesión para el 23 de diciembre y contó con la participación del ciclista Nairo Quintana.
Pero, así como Amaya madrugó, hay un alcalde que no podrá asumir su cargo porque no le ha sido entregada la credencial. Se trata de Julián Latorre, del municipio de Buga, quien ganó por un estrecho margen de menos de 400 votos en unas elecciones que fueron demandadas por el candidato perdedor, Francined Cano. El Consejo Nacional Electoral no pudo tomar una decisión y fue necesario llamar conjueces. La última palabra se dictará en enero. De igual forma sucede con el Concejo de este municipio y la Asamblea del Valle.
Varios mandatarios entrantes de Cambio Radical han estado acompañados por el vicepresidente, Germán Vargas Lleras. Así sucedió con el alcalde de Tunja, Pablo Emilio Cepeda; el de Villavicencio, Wílmar Barbosa, y los gobernadores de Huila, Carlos Julio González, y Caldas, Guido Echeverri.
En algunos departamentos no sólo habrá un cambio de mandatario, sino un giro total de las políticas de gobierno. El principal ejemplo es Bogotá, donde asume Enrique Peñalosa, uno de los principales críticos del alcalde saliente, Gustavo Petro.
Algo similar sucede en el departamento de Antioquia, donde el reemplazo de Sergio Fajardo será el exalcalde de Medellín Luis Pérez, quien tiene gran resistencia en el sector fajardista. También en Santander, donde el gobernador saliente, Richard Aguilar, tendrá que entregar su cargo a Dídier Tavera, quien fuera apoyado por el codirector del Partido Liberal, Horacio Serpa, antagonista natural del coronel Hugo Aguilar.
Pero también hay mandatarios que llegan al poder de la mano de sus antecesores. El caso más claro es el de Barranquilla, donde Alexánder Char regresa a la Alcaldía y recibe la banda de mandatario de Elsa Noguera, a quien él se la había entregado hace cuatro años. También sucede así en Meta: el gobernador Alan Jara le entregó el cargo a quien fue su carta de continuidad, Marcela Amaya, que apuesta por que ese departamento sea una de las regiones del posconflicto.