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Cambio Radical vs. Partido de la U

Los señalamientos por vínculos con estructuras políticas cuestionadas y bandas criminales han marcado la agenda de campaña entre Oneida Pinto y Ovidio Martínez.

Marcela Osorio Granados
08 de agosto de 2015 - 02:00 a. m.
Oneida Pinto, candidata de Cambio Radical. / Archivo
Oneida Pinto, candidata de Cambio Radical. / Archivo

En el video se ve una multitud que lanza vivas a quien desde la tarima ofrece un discurso en el que promete luchar contra la corrupción. La escena se desarrolla en el municipio de Albania (La Guajira) y el que habla no es otro que el polémico dirigente político Juan Francisco Kiko Gómez Cerchar, entonces candidato a la Gobernación del departamento. “Vamos a trabajar de la mano de Oneida”, aseguraba entre aplausos y gritos de los asistentes. Le hablaba a Oneida Pinto, para la época candidata a la Alcaldía de Albania por Cambio Radical.

Las imágenes fueron grabadas en septiembre de 2011, un mes antes de las elecciones regionales en las que tanto ella como Kiko Gómez salieron victoriosos. A pesar de haber sucedido hace cuatro años, el episodio cobró relevancia en las redes sociales en mayo pasado, cuando Pinto oficializó su aspiración a la Gobernación de La Guajira, avalada otra vez por Cambio Radical.

Sus más acérrimos contradictores salieron a cobrarle su cercanía con el polémico exgobernador, capturado en octubre de 2013 señalado de vínculos con la banda criminal de Marquitos Figueroa, que tiene el control del narcotráfico en la región, y de haber estado detrás de varios homicidios, entre ellos el de la exalcaldesa de Barrancas Yandra Brito y el concejal Luis López Peralta.

Tanto fue el alboroto que causó el video, que los cuestionamientos sobre la maquinaria política de Oneida Pinto llegaron hasta la dirigencia de Cambio Radical, cuya cabeza, Carlos Fernando Galán, renunció al cargo luego de que la colectividad decidiera entregarle el aval a Pinto a pesar de su férrea oposición. Una decisión que desde la actual dirección del partido sustentan asegurando que no existe una sola prueba de las relaciones de Oneida Pinto con la estructura criminal de Kiko Gómez.

A pesar de los señalamientos, Pinto ha asegurado enfáticamente que no es cuota de Kiko Gómez, que no ha hablado con él desde que fue detenido y que el video que circuló por redes sociales fue parte de la campaña política en la que se acompañaron por ser ambos candidatos de Cambio Radical. “Yo tenía la obligación moral y de partido de acompañar su candidatura, porque de lo contrario me hubiesen podido acusar de doble militancia (…) Yo no tenía por qué saber que el señor Kiko Gómez tenía todas esas investigaciones”, aseguró recientemente Pinto en una entrevista con El Espectador.

Pero el caso de Oneida Pinto no es el único que resulta particular en la región. A su único opositor, el exalcalde de Maicao Ovidio Mejía Marulanda, también le han pasado factura por los supuestos vínculos non sanctos de su círculo político.

Mejía Marulanda fue avalado por el Partido de la U, aunque cuenta con un movimiento propio, Compromiso Serio, desde el que ha trabajo en alianza con una de las fuerzas más consolidadas en el departamento: Nueva Guajira. Aunque perdió la Gobernación hace cuatro años contra Kiko Gómez, el movimiento se ha disputado históricamente el poder en la región y ha ocupado el máximo cargo del departamento varias veces con dirigentes como Jorge Pérez Bernier, Hernando Deluque y Álvaro Cuello, líderes de la colectividad.

Al movimiento lo señalan, entre otras cosas, de haber estado detrás del atentado contra Kiko Gómez cuando era candidato a la Gobernación en 2011. De acuerdo con el testimonio entregado en 2014 por Danovis Alfonso López Acosta, alias Poncho, uno de los siete integrantes de Los Rastrojos detenidos por este hecho, el movimiento político pagó $200 millones para que se efectuara el atentado. Una acusación que fue desmentida por la dirigencia del movimiento, que además anunció una demanda por calumnia contra el abogado de Kiko Gómez, Alfredo Montenegro.

Sobre los señalamientos hacia sus aliados políticos, Ovidio Mejía insiste en que no hay ningún tipo de investigación ni proceso en contra de los integrantes de Nueva Guajira. “Todos los guajiros me conocen y saben qué clase de persona soy, no de ahora, sino desde siempre, como una persona de bien, al igual que los de Nueva Guajira”, aseguró recientemente.

Quienes conocen las movidas de la política en el departamento dicen que en las calles se habla de una victoria casi segura de Oneida Pinto, quien tiene una maquinaria política bien aceitada y cuenta con el respaldo de importantes fuerzas de la región, como los Char –que le entregaron el aval– y la casa de los Ballesteros, en cabeza del exsenador Jorge y su hijo, el actual gobernador José María Chemita Ballesteros Bernier, primo de Jorge Pérez Bernier. El Partido Liberal ya le dio su apoyo y todo indica que el uribismo se sumará a su causa.

La Gobernación de La Guajira maneja un presupuesto anual de cerca de $400 mil millones. Hace cuatro años, pese a que históricamente en este departamento se han tenido altos índices de abstención, Kiko’ Gómez logró 125.067 votos, una cifra récord. Aquí no hubo unidad regional y los partidos de la U y Cambio Radical pelearán por el poder. El panorama se ve turbulento y, por ahora, lo único que parece claro es que la campaña será de acusaciones de parte y parte.

 

Por Marcela Osorio Granados

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