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El caso del magistrado Jorge Ignacio Pretelt empezó a despejar algunas dudas entre los senadores en la antesala de la discusión de la reforma de equilibrio de poderes que busca establecer un completo revolcón en el funcionamiento del Estado.
Al margen de la eliminación de la reelección del Presidente de la República y otros altos funcionarios, el proyecto también busca establecer medidas concretas para el juzgamiento de los aforados.
De ahí que los senadores Claudia López y Armando Benedetti, promotores de no aprobar la licencia del magistrado en la discusión en la plenaria del Senado, ahora promuevan que el Congreso estudie la posibilidad de establecer un tribunal de aforados ‘con dientes’.
Benedetti dijo que ahora se abrió la posibilidad de que exista un Tribunal de Aforados que investigue y juzgue a los magistrados de las Altas Cortes.
“Hoy en día los magistrados no tienen juez y el argumento central de que por qué no se le podía aceptar el impedimento fue que los magistrados no tienen realmente un juicio”, sostuvo.
El senador de La U dijo que como no hay forma de procesarlos y llevarles a un juicio, en la reforma de equilibrio de poderes se debe establecer esta posibilidad.
La plenaria del Senado en la noche del martes negó la licencia del magistrado Pretelt, jurista inmerso en un escándalo de corrupción al interior de la Corte Constitucional.
La corporación decidió no otorgarle los 60 días que había pedido para poder defenderse por el sonado caso de $500 millones en coimas para favorecer el trámite de una tutela de la empresa Fidupetrol.
La denuncia en contra de Pretelt la interpuso el magistrado Mauricio González Cuervo ante la comisión de Acusaciones.
De acuerdo al proceso, el abogado Víctor Pacheco, representante de Fidupetrol, Pretelt le pidió los $500 millones para favorecer a la compañía en la tutela.