Claudia López, candidata presidencial de la Alianza Verde

Una encuesta interna de la Alianza Verde nominó a la senadora Claudia López como la carta del partido en las elecciones presidenciales de 2018. Convocar una coalición en defensa de la paz y contra la corrupción será su principal objetivo.

Alfredo Molano Jimeno
14 de septiembre de 2017 - 10:48 p. m.
La senadora Claudia López Hernández, de la Alianza Verde, candidata presidencial. / Gustavo Torrijos - El Espectador
La senadora Claudia López Hernández, de la Alianza Verde, candidata presidencial. / Gustavo Torrijos - El Espectador
Foto: GUSTAVO TORRIJOS/EL ESPECTADOR - GUSTAVO TORRIJOS

Los medios de comunicación supieron por primera vez de Claudia Nayibe López Hernández cuando ella tenía 20 años. Era una fogosa estudiante de finanzas, gobierno y relaciones internacionales en la Universidad Externado y participaba sin mucho protagonismo en el movimiento Séptima Papeleta, que impulsó, con un acto simbólico, la convocatoria a la Asamblea Constituyente de 1991. Hoy, 26 años después, es la candidata revelación para las presidenciales de 2018, luego de que una encuesta interna de su partido, la Alianza Verde, la diera como ganadora de la nominación, sobre Antonio Navarro.

Mujer, homosexual, polémica, elocuente y de posiciones férreas contra personajes del poder —las mismas características por las que muchos la atacarán y otros la defenderán; su punto débil y su fortaleza—, López tiene 47 años y los últimos cuatro los ha pasado en el Senado de la República, convirtiéndose en una de las parlamentarias más reconocidas por sus enfrentamientos con el expresidente y hoy también senador Álvaro Uribe, con legisladores de casi todas las bancadas y con más de un funcionario del Gobierno. Además, porque ha tomado las banderas de la lucha contra la corrupción con una consulta popular que recibió el apoyo de más de cuatro millones de colombianos.

Es la mayor de seis hermanos nacidos en el seno de una familia de clase media bogotana. Su padre, Reyes Elías López, es un comerciante boyacense que le enseñó el valor de la creatividad y la lucha para sobresalir. Su madre, María del Carmen Hernández, es una maestra de escuela, que le inculcó la vocación por el estudio.

De hecho, estudió en varios colegios en los que trabajaba su madre, incluso en instituciones religiosas. Por sus buenas calificaciones recibió una beca para realizar una maestría en administración pública y política urbana de la Universidad de Columbia, en Nueva York. Quienes la conocen de esos tiempos cuentan que mientras adelantaba sus estudios trabajaba en la biblioteca de la universidad o haciendo aseo para ayudarse económicamente. Actualmente cursa un doctorado en ciencia política en la Universidad de Northwestern, en Chicago, gracias a una beca Fulbright.

Deportista, metódica, disciplinada, gran lectora y gran bailarina. Su trayectoria profesional es abultada: ha trabajado con Naciones Unidas, la Misión de Observación Electoral y como columnista del diario El Tiempo, recorrido que le ha valido enemigos poderosos. Fue muy conocida su pelea con el expresidente Samper, a quien acusa de haber tenido relación con el asesinato de la Monita Retrechera. Con el expresidente Uribe no han sido pocos los incidentes y no falta quien la cuestione o la aplauda por haberlo llamado una vez “sanguijuela de alcantarilla”.

De El Tiempo la sacaron por escribir una dura columna criticando la manera como el diario había cubierto el escándalo de Agro Ingreso Seguro y las elecciones presidenciales de 2010, con Juan Manuel Santos como candidato. En el capítulo de la parapolítica también fue protagonista con sus denuncias sobre irregularidades en las votaciones, así como fue una de las más ácidas contradictoras del manejo político en La Guajira, acusando a alias Marquitos y a los exgobernadores Kiko Gómez y Oneida Pinto, con duros choques con Cambio Radical y el propio exvicepresidente Germán Vargas Lleras. Otra de las luchas duras que ha dado es la defensa de los derechos de las parejas del mismo sexo, batalla en la que ha contado con el apoyo de su pareja, la representante Angélica Lozano.

Ahora, como candidata oficial de los verdes, la tarea es fortalecer la agenda temática que ha manejado: lucha contra la corrupción, paz con seguridad, inclusión y equidad, educación y primera infancia, medioambiente y minería, y la necesidad de tener una buena movilidad, buenos servicios y programas que beneficien la calidad de vida urbana. Pero, sin duda, la tarea más importante que asume Claudia López a partir de hoy es la de convocar una gran coalición para defender el Acuerdo de Paz y luchar contra la corrupción.

Una coalición que, según dice, debe llegar cocinada a la primera vuelta presidencial y a la que han estado convocados Sergio Fajardo, Jorge Robledo y Humberto de la Calle. Para eso, López ha propuesto que se suscriba el compromiso de establecer un mecanismo para elegir un candidato único y que el ganador sea apoyado sin aspavientos por el resto. No será una tarea fácil, pero dice contar con la fuerza de su ángel guardián: Martica, su hermana menor, quien murió cuando eran pequeñas en un traumático incidente. Ella está convencida de que, desde entonces, cuida cada paso que da la ahora candidata a la Presidencia.

Por Alfredo Molano Jimeno

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar