Con homenaje a víctimas, empieza a regir ley contra el asbesto

La hija de Ana Cecilia Niño le hace entrega de un bonsai al presidente Iván Duque en representación de la vida y el aire limpio. / Presidencia de la República

Aunque ya entró en vigencia la ley que prohíbe el asbesto a partir de 2021, este miércoles, ante las víctimas de este material, el presidente Iván Duque reafirmó el compromiso del Gobierno con este propósito como homenaje a quienes perdieron su vida o están dando una lucha a causa de este producto usado especialmente en la construcción de viviendas.

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Entre los asistentes al homenaje estaban Daniel José Pineda, esposo de Ana Cecilia Niño, el rostro de las víctimas mortales del asbesto, y su hija, Ana Sofía. El presidente Duque prometió que a partir de la promulgación de la ley se trabajará en la pedagogía que permita hacer el tránsito de este material a otros que no afecten la salud de las personas. Eso incluye, según explicó, capacitaciones y reflexiones en torno a este producto.

“Hoy le estamos rindiendo este homenaje a Ana Cecilia Niño porque hay un Congreso con personas como Nadia Blel perseverantes que llevaron esta discusión a que todos tuviéramos la conciencia en ese espíritu de transformaciones sociales. Teníamos que reconocer que hay materiales que van haciendo daño y frente a los cuales debemos de tomar decisiones”, dijo el primer mandatario, quien estuvo acompañado de la senadora Blel, quien fue la autora de esta iniciativa.

El jefe de Estado agradeció por la vida de Ana Cecilia Niño quien, sin buscarlo, como lo dijo, puso en el debate público la necesidad de legislar sobre el tema. “Fue un ejemplo de perseverancia y espíritu de superar las dificultades e invitar a hacer cambios. Por eso, para mí, es una heroína”, comentó.

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A partir de la expedición de la ley, no se otorgarán licencias o permisos para la explotación del asbesto. El Ministerio del Trabajo, Salud, Medio Ambiente e Industria y Comercio tienen un plazo de cinco años para formular una política pública que regule la sustitución del material por otros que sean seguros para la salud de los trabajadores y las personas que vivan alrededor de las minas.

Además de esto, el Gobierno tendrá que diseñar un plan de adaptación para los trabajadores de esta industria, con el que puedan encontrar una alternativa de actividad productiva y, por otro lado, crear una ruta de atención en salud a personas expuestas al asbesto.

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Colombia se une al grupo de más de 60 países que le dijeron no al asbesto. Para el presidente este es un “paso histórico” para el territorio nacional.

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