La tormenta política por la divulgación del informe de la Corporación Nuevo Arco Iris sobre candidatos con presuntos cuestionamientos a nivel personal o por tener el apoyo de personas non sanctas comenzó a ser mirada con preocupación desde la Casa de Nariño. Fuentes cercanas a la Presidencia le dijeron a El Espectador que hay quienes creen que en la elaboración de esa “lista negra” no hubo el rigor investigativo suficiente y que, como lo han denunciado los presidentes de los partidos de la U y Conservador, León Valencia, director de la Corporación, manejó el tema con intereses políticos.
El meollo del asunto es que, dicen, Nuevo Arco Iris había presentado unos resultados iniciales basados en unos testimonios y pruebas sólidas, el cual, sin embargo, no fue el mismo que se conoció posteriormente y cuyos fundamentos, advierten en Palacio, son las suposiciones y conjeturas. Tesis que casa con lo dicho por el senador Juan Lozano, presidente de la U, quien señaló que nunca recibió la información de la investigación de Arco Iris y mucho menos avalada por la Policía o el DAS. Y según explicó, lo poco que alcanzaron a conocer no coincidía con los datos de los organismos de inteligencia.
Ariel Ávila, coordinador del Observatorio del Conflicto de Nuevo Arco Iris, manifestó, sin embargo, que no se retractarán en ningún caso, aunque reconoció que les parece extraño que la información sobre algunas regiones no haya aparecido completa, como en La Guajira, donde según el documento de la Corporación, aparece reseñado el candidato conservador Bladimiro Cuello, quien también cuenta con el apoyo de la U y los partidos Verde y Liberal, y no su principal rival, Juan Francisco Kiko Gómez, exalcalde de Barrancas que estuvo detenido en 1991 por porte ilegal de armas y quien ha sido señalado de relaciones con grupos paramilitares e incluso de contar hoy con el respaldo de otros grupos armados ilegales.
De Bladimiro Cuello, Nuevo Arco Iris advirtió sobre el “posible desvío de dineros de la actual gobernación hacia su candidatura y el apoyo de Dildier Becerra, exfuncionario público, asesinado recientemente y quien estuviera sindicado de lavado de dinero a favor de Arnulfo Sánchez, alias Pablo, y de tener también el auxilio de la procuradora Olga de Vega, quien está presionando a los alcaldes para apoyar su aspiración”.
“Es totalmente falso. Dildier Becerra nunca hizo parte de mi campaña, ni de mi círculo de amigos, ni he tenido negocios con él y mucho menos me ha financiado. Nunca he tenido relaciones con Arnulfo Sánchez. Tampoco conozco a la procuradora, quien ni siquiera es de La Guajira. Que les pregunten a los alcaldes si los han presionado. Le exijo a Arco Iris que aclare todo. Yo sabía que estaban tratando de montarme algo y desde enero lo había denunciado. Primero fue con Agro Ingreso Seguro y con Estupefacientes, pero no pudieron. Yo soy una persona seria y honorable. Nunca he tenido vínculos con bandidos, como otros, y sé que esto es parte del juego sucio de mis rivales”, le dijo Cuello a El Espectador.