La Cancillería elevó una nota de protesta, pero en el ambiente se mantiene la preocupación porque después del fallo de la Corte Internacional de La Haya, que redefinió las fronteras del país en el mar Caribe favoreciendo a Nicaragua, la Armada rusa ubicó buques en la zona en disputa.
Todo parece indicar que en el Congreso las alarmas están prendidas, luego de que el jefe de los buques rusos, Vladimir Ruban, advirtiera que “si Nicaragua tiene las necesidades para la preparación para las armas ligeras que no están prohibidas en esta región, nosotros vamos a apoyar”. Un asunto que se quiere manejar con extremo sigilo por parte del Gobierno, que en sesión reservada el próximo miércoles —citada por el representante William García Tirado— deberá explicarle al Legislativo la capacidad de respuesta de Colombia ante un eventual conflicto.
El cuestionario, dirigido a la canciller María Ángela Holguín y el ministro Pinzón, plantea los siguientes interrogantes: ¿Cómo están preparadas nuestras Fuerzas Militares para una posible confrontación con Nicaragua? ¿Cuál es el estado real de la flota aérea militar de nuestro país y nuestras fragatas militares de cara a una posible confrontación? ¿Nuestras Fuerzas Militares cuentan con armamento para derribar desde una posición terrestre aeronaves invasoras?
Y frente a la presencia de buques rusos cuestiona: ¿Nuestra Fuerza Naval está en capacidad de derrotar la flota militar rusa que se encuentra en aguas latinoamericanas? ¿Qué armamento ha comprado Colombia en los últimos tres años para actualizar su arsenal militar de cara a cualquier confrontación?
Otra preocupación tiene que ver con posibles ataques contra Colombia y plantea: ¿Cómo protege actualmente el país las refinerías y aeropuertos de cualquier ataque? ¿Colombia tiene armamento que impida el bombardeo de ciudades o puntos estratégicos de defensa nacional? ¿Cómo se preparan las Fuerzas Militares para enfrentar cualquier amenaza internacional contra la soberanía?