De Garzón a Garzón

El presidente Juan Manuel Santos dijo que Lucho Garzón ha hecho una carrera “maravillosa”. / Presidencia

Lucho Garzón es uno de los mayores electores de la izquierda en el país y de los pocos que cuentan con experiencia (por demás exitosa) en el Ejecutivo. Posee reconocimiento nacional, goza de buena imagen y tiene posibilidades de seguir creciendo como servidor público.

Sin embargo, su reciente designación como consejero para asuntos sociales del presidente Santos, con rango de ministro incluido, levantó ampolla en donde en la izquierda que lo vio nacer por una razón muy sencilla: una parte de ese espectro político cree que el exalcalde de Bogotá y exdirectivo del Partido Verde terminará asumiendo el papel que venía desempeñando el vicepresidente Angelino Garzón, otra de las cartas de la izquierda.

Según Santos, Garzón será miembro pleno del gabinete y se encargará “de todo lo que tiene que ver con el diálogo social y la movilización ciudadana”. Y como fue Garzón (el vicepresidente) quien acuñó la expresión “diálogo social” desde la pasada campaña presidencial, sus amigos no tardaron en salir a reclamar que fue a él y no a Garzón (exalcalde) a quien se le ocurrió esa estrategia para armonizar relaciones entre trabajadores, gremios empresariales y Gobierno.

Incluso las primeras cartas abiertas del vicepresidente, convaleciente tras un accidente cerebrovascular, han estado enfocadas a ese “diálogo social” intercultural con los indígenas del Cauca y a la solución de la crisis de la salud.

Según advirtió ayer Santos, la de Lucho Garzón será una posición clave, porque “tendrá muchísimo que ver con toda la política social audaz que estamos haciendo en materia de tierras y de víctimas. Aun ahora que estamos entrando en unas posibilidades de tener un proceso de paz, ahí necesitamos una persona clave que nos ayude a movilizar a la gente, a hacer pedagogía y a tener ese diálogo social que es tan importante”.

El exgobernador de Nariño Antonio Navarro reconoce que Lucho Garzón tiene perfil para dialogar con todos los sectores, pero cree que la tarea que se le está encomendando es “hacer lo que hace Angelino, o por lo menos algo muy parecido, según oí”.

En el mismo sentido, el presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), Julio Roberto Gómez, consideró desleal que le quiten al vicepresidente las funciones de la Consejería: “Aquí hay que abrir un diálogo y un debate sobre estos temas para saber qué es realmente lo que quiere el presidente Santos. Si es acabar con la Vicepresidencia de la República, pues que se lo diga al país y que hable un solo lenguaje”, agregó.

La analista política Marcela Prieto sostiene que hay similitudes en los perfiles de Lucho y Angelino Garzón, y que Santos nombró al exalcalde porque se trata de un interlocutor con un discurso conciliador entre clases que siempre trabajó con la sociedad civil y no estuvo alzado en armas.

“Encontrar a una persona que cumpla características de representación política de clase, por un lado, y de diálogo social, por otro, es muy importante, y Lucho combina un poco todas esas cosas”, dijo.

Para el excomisionado de Paz Camilo Gómez, Lucho Garzón conoce los problemas sociales y trabajará en atender las preocupaciones de sectores como los indígenas, los sindicatos y los empresarios. Y aclaró: “Una cosa es ser vicepresidente y otra ser delegado del presidente. Son perfiles parecidos, pero una cosa es Garzón y otra cosa es Garzón”.