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De la justicia transicional

Humberto de la Calle, jefe de la delegación del Gobierno en los diálogos de paz en Cuba, y el procurador Alejandro Ordóñez expusieron sus tesis sobre paz, justicia y reconciliación.

Alfredo Molano Jimeno
13 de noviembre de 2013 - 10:40 p. m.
Para De la Calle, no hay una regla de cálculo de la justicia transicional.
Para De la Calle, no hay una regla de cálculo de la justicia transicional.

Para el procurador Alejandro Ordóñez, lo que se está buscando en el proceso de paz con las Farc en Cuba es la total impunidad para que los miembros de las Farc no paguen ni un día de cárcel. Para Humberto de la Calle, jefe de la delegación negociadora del Gobierno, la justicia transicional no se trata de imponer condenas, sino de encontrar caminos de reconciliación real, con satisfacción de los derechos de las víctimas. Ese fue el tono del foro realizado ayer en la Universidad del Rosario de Bogotá, en el que detractores y defensores de los diálogos con la guerrilla fijaron una vez más posiciones frente al concepto de justicia transicional.

Ordóñez presentó una larga lista de citas de ONG y organismos internacionales en la que se advertía que el Marco Legal para la Paz podría implicar riesgos para los derechos de las víctimas. También insistió en la necesidad de que los insurgentes paguen penas —así sean mínimas— y advirtió que ni Iván Márquez ni Timochenko pueden llegar al Congreso. “Las víctimas, la sociedad y el concierto internacional están dispuestos a asumir dosis de impunidad, pero ello no es la impunidad total. Ésta es un imposible jurídico, político y ético. Una reducción sustancial de la pena, la sociedad está dispuesta a asumirla. Se pueden discutir los lugares de reclusión, pero lo que no se puede discutir es la impunidad total que las Farc están pretendiendo”, sostuvo.

Por su parte, Humberto de la Calle defendió el proceso de paz e insistió en que nunca antes se había estado tan cerca de lograr un acuerdo de terminación del conflicto con las Farc. Y a la postura del jefe del Ministerio Público respondió diciendo que la justicia transicional no tiene una fórmula única y que Colombia tiene la responsabilidad de buscar una que se ajuste a los estándares internacionales, pero dándoles respuesta a las realidades particulares del largo conflicto armado que padece el país. “El objetivo es lograr al mismo tiempo la terminación del conflicto armado y la máxima satisfacción de los derechos de las víctimas. No es lo uno a cambio de lo otro. Son los dos objetivos. En la justicia transicional, reconocer las víctimas es mucho más que contar la verdad o que dar una reparación económica. La reconciliación es el reconocimiento de las víctimas como portadoras de derechos que les habían sido negados. Se trata de poner en marcha estrategias judiciales y no judiciales que permitan que quienes estén en armas las dejen, y que quienes son víctimas puedan sanar sus heridas”, explicó.

Ordóñez, a su vez, negó que en Colombia haya enemigos de la paz. “Todos los colombianos somos amigos de la paz, pero la sociedad no está dispuesta a la impunidad, porque produciría nuevas olas de violencia. Cuando no hay justicia corremos el riesgo de que las víctimas cojan la justicia por su propia mano. Las obligaciones internacionales no permiten la impunidad total a graves violaciones a los derechos humanos. He mantenido con el señor fiscal (Eduardo Montealegre) unas amables controversias y por eso dentro del mismo respeto debo concluir que tampoco es posible, como lo pretende, desconocer la existencia de crímenes de lesa humanidad cometidos por las Farc”, enfatizó.

Pero De la Calle insistió en que la justicia transicional se debe entender en su sentido más amplio y que la lucha contra la impunidad no puede ser la imposición de penas. “La ecuación no puede ser cuánto se debe sacrificar de justicia para lograr la paz. No es una nueva versión de justicia restaurativa. Tiene componentes de justicia retributiva y restaurativa. El concepto de impunidad va más allá de la imposición de penas, es la respuesta a las víctimas (...) la justicia transicional tiene fronteras mucho más amplias que la de la simetría penal. Es una búsqueda de instaurar nuevos valores en la justicia. El restablecimiento de la confianza de que estos hechos no deben repetirse, el restablecimiento de que nadie está por encima de la ley. Cumpliremos con los estándares internacionales, pero la dinámica arranca desde la iniciativa de las Farc. El balón en materia de justicia y víctimas está en el terreno de las Farc. No negamos que en el entramado de violencia las Farc no son los únicos victimarios y que el tratamiento de la verdad debe venir de todos los actores”, concluyó.

amolano@elespectador.com

@AlfredoMolanoJi

Por Alfredo Molano Jimeno

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